José Roberto Duque / Video: Lheorana González / Fotos: Candi Moncada
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En la primera parte de esta incursión en la obra de Víctor Hernández nos quedó claro que su especialidad es producir soluciones y efectos a distancia. El actor que pone a mover las cosas es invisible: anuncias la intención y unas luces, datos y sensores hacen el trabajo. Por muy distinto que sea este trabajo que reseñamos ahora del anterior, la filosofía, puesta en práctica o coreografía parecen ser las mismas.
Paréntesis. Como este proyecto (portal y revista) está empezando a levantar vuelo, o al menos a gatear, hemos tenido que ir armando lentamente nuestra táctica para comunicar las cosas, proyectos y vidas con que nos vamos tropezando. Hay un punto de honor que hemos decidido plantearles en castellano a todos nuestros entrevistados y testimoniantes: por muy complejo que sea el trabajo o propuesta que hayamos decidido reseñar (epa: no sabemos nada o casi nada de ciencia y tecnología) entonces debemos aprender algunas cosas para hacerlas gratas y fáciles de entender a nuestros lectores. Les hemos pedido un esfuerzo por hacer comprensible el tema del que nos van a hablar, porque de niños fuimos malos para entender clases complejas y eso por lo general no se cura ni siquiera con la edad.
Con la faceta musical y de luthier digital de Víctor no hubo problema, ya que, como él mismo dice, no hay nadie a quien no le guste la música. Pero con este tema de ahora el abordaje es necesariamente distinto. De hecho, el trabajo y el premio a la inventiva popular “Luis Zambrano”, otorgado a Víctor Hernández, fue una prueba de fuego, creo que la primera de nuestro proyecto. Porque desde el título de su propuesta, la ganadora del premio, la cosa se anunciaba pesada y dura para meterle el diente. Se llama así: Plataforma de Dispositivos IOT para la Adquisición de Datos, Automatización y Control de Procesos Industriales.
Por fortuna, y casi increíblemente, la exposición del tecnólogo y su manera didáctica de explicarle a un ignorante total un asunto altamente especializado, resultó una charla tan clara y sencilla que ahora este ignorante que redacta se siente listo para reproducirla aquí, en su fascinante sencillez dentro de su importancia y complejidad. A eso venimos.
Un sistema nervioso industrial
De entrada, y para que vayamos empapándonos de la importancia de la creación de Hernández hay que enterarse primero de su visión del proyecto, su evaluación de la propuesta: “Los sistemas de control son como el sistema nervioso de un ser humano. La importancia de un sistema de control es vital. En el caso específico de las hidrológicas, sin un sistema de control los motores pueden quemarse y su reparación es difícil y costosa”. El proyecto es un Controlador Lógico Programable; el que ha diseñado en particular sirve para monitorear y controlar el funcionamiento de estaciones de bombeo, pero puede o pudiera ser de gran ayuda en cualquier empresa o industria (metro, ferrocarriles, otros). Detengamos el análisis ahí para enterarnos de por qué Víctor Hernández acudió al tema específico de las hidrológicas.
Víctor Hernández estudió Instrumentación y Control de Procesos Industriales. Es trabajador de Hidrocentro (una hidrológica de la que se sirve el suministro de agua en Aragua, Carabobo y Cojedes) desde hace más de 20 años. La pandemia lo desmovilizó, como a media humanidad, y solicitó una comisión de servicios para trabajar en el Cendit, dependencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología, para desarrollar un proyecto útil para Hidrocentro, pero trabajando desde casa. Cendit lo absorbió por un año.
Propuso hacer un Controlador Lógico Programable, que se pueda usar para controlar un proceso pequeño en una empresa. En Hidrocentro serviría para controlar el estado de las líneas de bombeo, que cuentan con motores de 3 a 5 megavatios, tienen sensores de temperatura en los rodamientos del motor y de la bomba. Si ocurre un evento crítico (por ejemplo, que entre agua y se escape el aceite) se puede fundir un rodamiento que cuesta miles de dólares. Y si se para el bombeo, se paraliza el suministro de agua a la población. Aquí, el meollo del asunto.
Las grandes estaciones de bombeo tienen sus controladores lógicos, marca Siemens. Pero las estaciones pequeñas no tienen automatizado ese proceso: aquí es donde entra en acción Víctor Hernández. El ingeniero propuso y diseñó un aparato pequeño que se programa para que controle el proceso (temperatura, arranques, horas de servicio, flujo de caudal, nivel de agua en tanques, etcétera). Además es totalmente inalámbrico; las estaciones actuales son un enredo de cables desde el tablero de control hasta las fosas donde se encuentran las bombas.
Las expectativas
La explicación del mecanismo que mueve al proceso y al controlador es más bien compleja, aunque, rebasado el respeto o temor a no entender, resulta un relato comprensible e incluso ameno.
“Investigando”, resume Hernández, “Me encontré con que había un protocolo llamado MQTT, creado en 1999 por la industria petrolera norteamericana para monitorear las grandes tuberías y los cientos de miles de sensores en tuberías de gas y petróleo en Estados Unidos. Es un protocolo de código abierto. Profundizando más en el tema me encontré con las posibilidades del Internet de las Cosas (IOT: internet of things), que permite la interconexión y comunicación entre aparatos o nodos”.
Con esos elementos entre manos, fue armando los componentes de su pequeña gran solución. Un router provee la conexión que permite esa comunicación entre nodos a través del broker, el dispositivo que permite la comunicación entre nodos. El sistema ya demostró que funciona; existe el prototipo Alfa, y la intención, y parte de la propuesta, es llevar el modelo a una fase Beta, y de allí al escalamiento o masificación.
Que esa plataforma se construya en el país: la alta aspiración de Víctor Hernández, desde su enunciado, convoca aplausos y simpatías. Su expectativa es que los entes de Ciencia y Tecnología, que tienen el equipo, los materiales, la gente y el control de los procesos productivos, consigan dar esos pasos adelante.
Habrá que ver si los factores subterráneos, mercaderes de las necesidades del país, imponen la visión de negocios que hace “preferible” importar tecnología en lugar de producirla en Venezuela.
Tema aparte, al que de ninguna manera le escurriremos el bulto.
1 comentario
Dios es grande: Sus hijos que estaban «invisibles», todos juntos en la página Duqueinventores donde se reproduce el ingenio, creación y en principio la liberación: Cuando, donde, cómo y porqué, sería muy importante responder a estas primisas pero que sea José Roberto Duque, que ahora sí intentando desde la innovación en movimiento de la letra «d», podemos conseguir el «b»uque tecnológico con sabor a ciencia, innovación, emprendimiento, invención 💯 venezolan@, como parte de la solución desde adentro con el apoyo de los innovadores e inventores populares del país.
Rufino Antonio Lista R.
Premio Nacional Ciencia Tecnología e Innovación Popular «Luis Zambrano» M. Profesional