Mercedes Chacín / Fotos Teresa Ovalles y Héctor Aponte
Llegamos impuntuales a la plaza La Pastora, esa parroquia de Caracas que parece haberse quedado guindada en una época, la época de la Puerta de Caracas, la época del Camino de los Españoles o Camino a la Mar que nos lleva hasta La Guaira, puerta que merece un monumento menos invisible, menos equis como diría mi hija María Victoria. El plan es caminarlo cuesta arriba, para participar en una actividad ecológica. Una actividad a la que asistimos con múltiples propósitos: para contarla y difundirla, para hacer ejercicios o entrenar, para conocer el Ecogym Waraira de José Manuel Marcano y para demostrar el amor que le tenemos a nuestra ciudad.
María Eugenia Acero, periodista de la revista Épale CCS se anotó de primera con la convocatoria de Marcano: “Actividad de limpieza en la ruta real del camino de los españoles o Camino a la Mar hasta el Ecogym Waraira. Al llegar al Gym compartiremos un entrenamiento gratuito en nuestro Gym construido con material reciclado”. Maru llegó a la plaza “disparando” preguntas a Marcano y a Diego Jesús Romay, dos jóvenes entrenadores habitantes de esa zona que conocemos como las faldas del Ávila, ahora faldas del Waraira Repano. Contó Marcano que mucha gente le respondió que asistiría a la actividad pero la cuesta (de casi cinco kilómetros) la subimos a pie Héctor Aponte, Diego Romay, Marcano, Saek, Michael Mata y yo, puesto que Teresa Ovalles y María Eugenia nos esperaron en el Monumento a Bolívar y Martí para empezar la limpieza.
Bolívar, Martí y Marcano
El Monumento en honor a Bolívar y Martí estaba bastante lleno de basura. Está a medio camino entre la Puerta de Caracas y el Ecogym. Se ve bastante deslucido. Falto de cariño, sin contar la suciedad. Es un monolito blanco con las caras de Bolívar y Martí en relieve, en el que se podía leer según fotos consultadas: Deme Venezuela en qué servirla, ella tiene en mi un hijo: José Martí.
Cuatro bolsas negras llenamos allí. La basura siempre es la misma en todas partes. Es el plástico el que sobrevive, el que no se biodegrada. Botellas de vidrio, bolsas, envoltorios de chucherías, de “tetas” y chupichupis recogimos por bojotes en el recorrido que hicimos hasta el Ecogym, que queda a unos tres kilómetros de este monumento. El sábado 5 de Marzo de 2022 dejamos limpio un sector del Camino a la mar, como una forma apoyar haciendo, de aprender haciendo y de invitar a hacer. La basura no llega sola, la llevamos los seres humanos, la dejamos allí con la conciencia en blanco, una conciencia inexistente e inútil.

Y esa es la principal motivación de la gente de Ecogym. Sembrar conciencia ecológica. Marcano es profesor de Educación Física pero no era suficiente ser docente para su cerebro lleno de ideas para el entrenamiento, para la actividad deportiva. Empezó a trabajar en pandemia dando clases particulares. Y eso le trajo un inconveniente: ¿con qué aparatos o instrumentos entrenar? Fue cuando se le ocurrió llenar tripas (de ruedas de autos, que llama búngalos) de arena y a llevarlos a los hogares de los entrenados. Y de esa idea surgió la construcción del Ecogym Waraira en el mismo cerro. Hasta allá fuimos, no sin antes recoger casi toda la basura que dejamos los seres humanos en el Camino a la Mar.

Ecogym
Está ubicado un poquito más allá de donde vive Silio Quintero, otro emprendedor de la zona y donde volvimos a ver a la activa perrita de esa familia, Frida, haciendo que cuida desde su diminuta “perrunidad”. Luego de la casa de Silio nos encontramos una “Y” (vertiente Norte del Waraira Repano, Camino de Los Españoles o Camino a la Mar, Sector San Chorquiz) y si tomamos la vía del medio, bajando, encontramos al Ecogym Waraira, atendido por José Manuel Marcano y Diego Romay, un lugar colgado de la montaña, con una vista sobrecogedora, hermosa, de la ciudad y el cerro. Para hacerlo construyó un terraplén o terraza con 800 cauchos que sostiene ese invento maravilloso.

El Ecogym es un gimnasio ecológico hecho con cauchos y sus tripas que asemejan y sustituyen a los aparatos, instrumentos o implementos que se usan en esos espacios deportivos. La diferencia es evidente: no se ve un espejo, se ve la naturaleza, no hay música, la música es la que nos regala la tierra. “Es un emprendimiento ecológico, que cuida la salud de los participantes y cuida el ambiente. Los cauchos tardan 1000 años en biodegradarse. Es una fuente funcional, porque esta al aire libre, está hecha de reciclaje, en este caso, un caucho”. La idea de Marcano y Romay es hacer gimnasios en varios sitios de Caracas. O reforzar los gimnasios que existen y dar clases a personas que quieran emprender con los Ecogym y administren sus propios espacios deportivos. Se hacen muy rápido y se les da uso a cientos, miles millones de cauchos que dañan el medio ambiente. Ve a visitarlo si estás interesado o interesada en replicar esta idea o para disfrutar de un rato maravilloso en la misma Caracas, esa Caracas que siempre nos asombra por su belleza y versatilidad. Llama a Marcano al número 04241473456 o al link https://wa.link/2qxsp0