
Hay quienes se han dado a la tarea – en primaria hicimos muchas- de ir anotando una serie de cosas que consideran que valen la pena. Las anotan por allí en una libreta o en una agenda. A esas anotaciones muchos las han llamado diarios. Por allí circulan algunos de gran importancia porque forman parte de la historia. Entre ellos está el Diario de Ana Frank, donde narra cómo se escondió de los nazis. Sin embargo, el cuaderno no ha sido tan utilizado para ese tipo de acciones, sino que siempre ha estado presente cuando fuimos estudiantes. Pareciera que fue creado para que lo lleváramos a la escuela, al liceo, o la universidad.
De ese compañero de clases que llevamos siempre bajo el brazo a la escuela, el cuaderno, es del que vamos a hablar.
A pesar de que el chino Cai Lun, inventor y político, y consejero del Emperador He de Han, en el año 105 DC, presentó su idea y proyecto del papel, el cuaderno es apenas una invención del siglo XX. También es importante decir que para el año 550 se han encontrado documentos escritos sobre papel en Vietnam, Corea y Japón.
La escritura también tiene su misterio. El hombre, cuando comenzó a comunicarse a través de símbolos o escritura, lo hizo primero en piedra y en tablas y pergaminos, hasta que llegaron al papel. En las cuevas de Altamira, Cantabria, España, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, está una expresión artística que también fue una manera de comunicarse. De contar. De decir quiénes estaban allí y qué animales cazaban. Y mucho más.
Decía que a pesar de que el papel existiá hace mucho tiempo, nuestro amigo el cuaderno apareció en 1902. Y lo importante es que no ha habido, como en otros inventos, una serie de personas que se atribuyan esa creación. Fue J. A. Birchall, de Launceston, Tasmania, un estado insular frente a la costa sur de Australia, quien tenía una papelería, y viendo que era muy difícil escribir en hojas de papel suelto, tuvo la brillante idea de pegar unas ocho páginas y colocarle un cartón de portada para hacer lo que se llamó Tableta de Escritura. De esa manera logró convertirse en el creador de ese producto que muchos de nosotros hemos utilizado para tomar notas y para hacer tareas y planas, muchas planas que las maestras nos ponían en la escuela primaria.
Hay también quienes se remontan al año 1888 para recordar a Thomas W. Holley, de Massachusetts. Dicen que él inventó el bloc de notas. Recolectando pedazos de papel que encontraba en cualquier lugar, los pegaba y luego los vendía a bajos precios para que la gente escribiera sus notas.
En la escuela primaria había niñas y niños que en los cuadernos escribían unos versos que en principo fueron escritos para colocarlos en los libros, pero como se trataba de evitar que se perdieran, también era considerado válido que esuvieran en sus cuadernos. Esos versos decían:
Si este cuaderno se perdiera,
que bien puede suceder,
no es de rico ni de pobre
ni de conde ni marqués,
que es de un niño (o de una niña)
que a la escuela va a aprender.
Si quieres saber su nombre,
aquí abajo lo pondré:
José Roberto Duque
1 comentario
…hasta que lo deshojamos para hacer barquitos en los días de lluvia y enviar mensajes en aviones de rayitas azules.
Gracias Riberto.
Maravilloso cuaderno de papel!!!