Inicio Opinión y análisis ¿Es cierto que seremos un desierto?

¿Es cierto que seremos un desierto?

por Teresa Ovalles
453 vistos

Muchos son los reportajes que advierten la posibilidad de que el mundo se convierta en un gran desierto, otras serie de TV pronostica que estaremos cubiertos de agua o hielo y hasta que seremos invadidos por alienígenas.

Podemos cambiar de canal, pero la desertificación seguirá siendo ese fenómeno que afecta a más de 110 países haciendo que se pierdan 6 millones de hectáreas de tierra productiva al año. Si vuelves a cambiar de canal ya habrá provocado emigraciones internas masivas hacia ciudades o regiones con mayor disponibilidad de agua, pero que terminan colapsando, y habrá amenazado la estabilidad social y las identidades culturales.

La degradación de la tierra se produce por temperaturas elevadas y sostenidas en el tiempo combinadas con lluvias escasas y espaciadas en el tiempo. Los desequilibrios hidrológicos afectan a la composición del suelo y destruyen la vegetación.

Hay otras 4 causas inmediatas:

– El exceso de cultivos que agota nutricionalmente los suelos.

– El exceso de herbívoros consumiendo plantas (sobrepastoreo) elimina la cubierta vegetal que protege al suelo de la erosión.

– La deforestación destruye los árboles que sujetan el suelo a la tierra.

– Los malos sistemas de irrigación que salinizan las tierras de cultivo.

El uso eficaz y eficiente del agua dulce aparece como una de las alternativas para detener este proceso que, en Venezuela, afecta la franja norte costera de Falcón, Zulia, Lara y la Península de Araya. También los llanos corren riesgo debido a cambios en el régimen de precipitaciones que, aunque continúan abasteciendo la misma cantidad de agua, lo hacen en áreas más reducidas y en períodos de tiempo mucho más cortos.

Es inminente la amenaza a la alimentación global, no solo a los cultivos sino a la pesca. Aunque los lagos y ríos, en riesgo de secarse, cubren solo el 1% de la superficie de la Tierra, alojan a más de 17 mil especies de peces, el 25% de todos los peces del mundo viven allí.

Investigadores de la Universidad de Toulouse (Francia) y el Laboratorio de Agua Dulce de China publicaron en la revista Science un estudio de más de 2 mil cuencas de ríos y arroyos de todo el mundo durante 10 años que contienen el 80% de todos los peces de agua dulce conocidos. La biodiversidad de más de la mitad de las cuencas hidrográficas del mundo ha sido impactada por la extracción incesante al grado 6 dentro de una escala del 1 al 10.

Nuestra condición de país-mina, impuesta por la economía global, concentró aproximadamente el 60% de la población nacional hacia la zona centro norte-costero, la misma que corre riesgo de desertificación, aun cuando el 90% de los recursos hídricos, 80% potencial forestal y mas del 50% suelos con potencial agropecuario se encuentran hacia el sur del país.

Por otra parte se prevé que nuestro actual estilo global de vida demande un 55% más de agua entre 2000 y 2050 y que, para 2025, dos terceras partes vivan bajo condiciones de estrés hídrico.

Nuestro modelo de desarrollo pretende ser como el del norte global, sin embargo, entre 2011 y 2016, California sufrió su peor sequía en 1200 años perdiendo 19 billones de litros de agua por año, mientras casi 1900 pozos se secaban. Luego, en los primeros tres meses de 2017, llovió un 228% por encima del nivel normal debido al cambio climático.

Reforestar, hacer abono, sembrar sin venenos… pueden ser un comienzo, pero no podemos postergar una discusión necesaria. Sería igual o peor mudar el modelo insostenible de ciudades al sur de Venezuela, tal parece que el verdadero desierto que tenemos es de pensamiento.

Es hora de cuestionar nuestra sola función aislada de consumidores y trabajadores en este sistema y dejar creer que la riqueza es la acumulación de dinero (por mucho que pensemos “devolverlo” a la naturaleza), y empecemos a ser una sociedad que entienda que el precio del agua y el suelo es invaluable, como la vida misma.

Sabemos que también te interesará leer:
Compartir:

Deja un Comentario