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Vuelo rasante sobre la actividad espacial de Venezuela

por Jose Roberto Duque
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Así ha sido y así prosigue la misión de la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales: capacitación, formación y estímulo a las nuevas generaciones

Alejandro Silva Guevara

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Aunque el decreto que da vida a la infraestructura de las operaciones satelitales en el país tiene fecha de Gaceta Oficial del 25 de octubre del año 2007, fue el 1 de enero del año 2008 cuando inicia plenamente sus operaciones, aunque ya un grupo de profesionales había iniciado previamente los necesarios procesos formativos en el aliado de nuestro país en estas lides, que no es otro que el llamado “Gigante Asiático”: China. 

Recordamos el exitoso lanzamiento del satélite “Simón Bolívar”, que fue la primera experiencia y que ya cumplió con su vida útil en el año 2020. Las funciones en el área de las telecomunicaciones fue la tarea específica de este equipo. Estuvo en la órbita geoestacionaria que se ubica en el plano ecuatorial a 36.000 kms. sobre la superficie de la tierra, y para que esto fuera posible debió hacerse una solicitud de permisos, por ejemplo, a Uruguay, para lo que se llama “posición orbital”, o sea, una órbita estacionaria que es de interés para las grandes compañías de telecomunicaciones y que permitió que nuestro satélite pudiera cubrir la casi totalidad de América Latina, a cambio de compartir parte del ancho de banda que generaba este equipo. Cada país posee su “órbita doméstica” que cubre su propio territorio como un derecho soberano. 

Satélite Francisco de Miranda (foto Latam Satelital)

Cuando el equipo que fue a China a recibir la instrucción para el manejo y supervisión de las operaciones satelitales, Cantv aún no había sido nacionalizada, pero al ser creada la ABAE, esta compañía de telecomunicaciones pasó a manos del estado venezolano como una estrategia para garantizar la soberanía y las ventajas que genera un satélite.

Las operaciones específicas del ABAE son las de garantizar el funcionamiento del o los satélites. El de Cantv, en el caso del “Simón Bolívar”, fue la administración de los anchos de banda que éste generaba, que son tres frecuencias: banda “KU”, banda “C” y banda “KA”.

¿Qué hace un satélite de telecomunicaciones?

Una de las ventajas del programa satelital venezolano tiene que ver con el ahorro. En la tragedia de Vargas, ocurrida en el año 1999, tuvimos que solicitar imágenes satelitales sobre todo a Francia, por un costo de 3.000 euros por cada una de las imágenes.

Si bien tenemos una visión bastante “holiwoodense” del uso de los satélites, aquella de satélites con capacidades para destruir ciudades, intervenir en el clima global o espiar a una persona que camina por cualquier calle del mundo, los satélites de telecomunicaciones están concebidos para generar imágenes, y éstas no son una sola foto, sino una serie de ellas que deben ser decodificadas y que funcionan (nos explica Marglad Bencomo, Directora Ejecutiva de la Agencia), “…como los rollos de las cámaras de los ochentas”. Es allí cuando los trabajadores de la ABAE deben adecuar estas imágenes para que puedan ser estudiadas no sólo por esa institución, sino por otras como el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, universidades y otras instituciones que se dedican al estudio de la geografía nacional, cambios climáticos y todo lo relacionado con ello.

En este momento Venezuela cuenta con dos satélites para la observación de la tierra en órbita, que son el satélite “Miranda” y el “Sucre”, los cuales orbitan a unos 800 kms. sobre la superficie terrestre y le dan la vuelta en una hora y media aproximadamente, unas catorce veces al día, siempre buscando al sol. A pesar de estar diseñados para durar unos 5 años, ya van por los 10 años de vida y siguen aportando datos de observación.

Confluencia de los Ríos Orinoco y Caroní. Imagen tomada desde el satélite Francisco de Miranda

La razón de esta duración programada para 5 años es porque estos satélites, por la altitud a la que gravitan, se ven expuestos al desgaste que producen los constantes cambios climáticos y agitaciones propias de esa altura.

Verónica De Sousa, Directora de Aplicaciones Espaciales, aclara que cada satélite tiene una función específica, y que a través de la Dirección de Investigación e Innovación se está trabajando no sólo en el manejo y supervisión del desempeño de los satélites, sino que se llevan a cabo trabajos prototípicos de electrónica, robótica y otras áreas pertinentes como una forma de concretar los conocimientos necesarios en ingeniería satelital, porque está planteada la posibilidad de producirlos en el país con la transferencia tecnológica que dejaría atrás la dependencia con China.

Aportes del satélite en los últimos desastres naturales

Con los satélites se puede tener una visión completa de un antes y después de la ocurrencia de desastres naturales, lo que permite hacer gestión gubernamental según las necesidades que surgen de estos hechos producidos por el profundo daño que se está infligiendo sobre el equilibrio del planeta. 

Espacio de formación en la ABAE (foto Candi Moncada)

A través del trabajo de los satélites se puede y clasificar la magnitud de los daños, casos de atención primaria, en qué lugares no se deberían permitir asentamientos humanos, hacer estudios geográficos detallados. Se puede emitir alertas a la población sobre posibles catástrofes para evitar pérdidas de vidas con la activación de organismos como Protección Civil, bomberos, alcaldías y gobernaciones en la atención oportuna de estos eventos y sus consecuencias. 

En el caso de la reciente y lamentable catástrofe de Tejerías, se pudieron obtener imágenes de manera casi inmediata, con la colaboración de un satélite chino, debido a que nuestro satélite se encontraba en otra parte del planeta, y se pudo evaluar en tiempo real la magnitud del hecho que en principio es post-evento, pero que permite hacer comparaciones sobre cómo se encontraba antes la zona afectada y cómo quedó luego del mismo.

En este sentido, se debe resaltar el hecho de que los trabajadores del ABAE no sólo se dedican a las labores con las imágenes captadas desde los satélites, sino que se trasladaron al lugar de los hecho en el cual realizan trabajos complementarios desde tierra, en este caso, desde Tejerías, como una manera de reforzar los datos obtenidos desde el espacio, por ejemplo con la señalización a través del sistema GPS de los sitios afectados, uso de drones y otras herramientas tecnológicas, y cruzan esta información con la arrojada por el satélite, lo que da mayor certeza a todos los datos recabados.

Ruta Tecnológica en la ABAE (foto Candi Moncada)

Formación de niños, niñas y adolescentes

El Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, lleva adelante el programa “Ruta Tecnológica”; trabaja de la mano con la ABAE y también a través de la Dirección de Investigación e Innovación quienes han desarrollado un curso específico de programación en scratch dirigidos a niños, niñas y adolescentes del Distrito Capital, del estado Miranda y se han movilizado hasta Luepa, en la Gran Sabana del estado Bolívar (allí hay una sede de la Agencia), donde trabajan con las tribus originarias, y a El Sombrero (Guárico), llevando los desarrollos de los prototipos como una manera de formar a quienes deberían continuar con las labores de consolidación de este trabajo espacial.

La idea es que los y las chamas desarrollen desde temprana edad habilidades en disciplinas como la lógica, la física, las matemáticas y que se familiaricen con la programación y el trabajo en equipo. 

La ABAE también cuenta con un link que da acceso a la información generada por los satélites: http://www.abae.gob.ve. En este caso se debe resaltar que estas imágenes son utilizadas para estudios formales, bien sea de instituciones nacionales o por estudios académicos que requieren de información fidedigna y concreta.

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