En California, Estados Unidos, la empresa Cove inició la comercialización de una botella que se descompone 200 veces más rápido que el plástico. El producto se vende como “alternativa ecológica” ante el desastre medioambiental que ha generado la producción y el desecho diario de toneladas de plástico en todo el mundo.
La botella está hecha de un material orgánico, llamado PHA, que se produce mediante fermentación. Puede descomponerse a través del compostaje o en otros entornos, donde podría tardar entre 1 y 5 años (bastante menos que los 450 años que, aproximadamente, demoran las botellas de plástico).
Con la creación de Cove pone de relieve, una vez más, la urgente y ya conocida necesidad de disminuir la producción de plástico y apostar por la fabricación de materiales menos dañinos para la naturaleza. Esta tarea pendiente no parece ir de la mano con la lógica de funcionamiento de las grandes industrias del planeta, diseñadas para generar desechos no orgánicos y sustancias contaminantes en enormes cantidades.
En el siguiente artículo puedes conocer más información sobre la nueva botella biodegradable.