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Venezuela y la Ciencia Abierta: los cambios profundos

por La Inventadera
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La semana que transcurre ha sido escenario de dos noticias trascendentales en el área, “fuente” o ámbito de la ciencia y la tecnología en Venezuela. Resaltamos la palabra “fuente” porque, desde la perspectiva del periodismo, al menos una de esas noticias debería ser catalogada como la noticia más importante del año, y miren que todavía faltan 11 meses para que ocurran cosas notables.

Al respecto, volvemos a ser testigos de una situación difícil de revertir, no en Venezuela sino en el mundo: dos acontecimientos como la inauguración del Parque Científico y Tecnológico “+Ciencia” y la instalación en Venezuela del evento en que la UNESCO propuso y argumentó criterios para galvanizar en América Latina la visión estratégica llamada Ciencia Abierta, han sido opacados en los medios y redes sociales. Desplazados como noticias importantes, en el mejor de los casos por la Serie del Caribe de beisbol profesional; y, en el peor de los casos, por la desidia y el desinterés generalizado hacia la ciencia y sus alrededores.

Entendemos que hay varias dimensiones de lo noticioso: “vende” lo que entretiene, lo que preocupa o es particularmente doloroso o emocionante. Luego queda en el fondo, semi-oculto, lo verdaderamente trascendental aunque no contenga el dato de la espectacularidad. La historia y otras disciplinas nos han sido inculcadas de manera bastante cinematográfica; esa es la razón por la que no captamos o no nos conmueve la importancia de los procesos lentos.

Nos acostumbraron a ver pelis y series que tienen un principio y un desenlace, así que promover asuntos cuyo efecto se verá en muchos años no seduce, no hace fluir la adrenalina, no llama la atención, así esos eventos lentos y “pesados” sean los que moldean países y promueven cambios importantes.

En ese sentido, el debate sobre la Ciencia Abierta no puede competir en la atención de las mayorías con los jonrones que se avecinan en los juegos de pelota. Pero el beisbol (evento que los pueblos y países han adoptado como entretenimiento, lo cual no es necesariamente algo malo) nunca transformará al país desde su funcionamiento, como los saltos adelante en materia de ciencia.

A ver qué es lo que trae eso de Ciencia Abierta. Este concepto, como propuesta estratégica o política, tiene como objeto trazar nuevos rumbos para la ciencia, entendida como herramienta y conjunto de métodos que construyen países y mejoran los procesos humanos y sociales. “Venezuela fue sede del lanzamiento de la recomendación sobre la política de ciencia abierta que hace la Unesco para América Latina y el Caribe”: eso es un titular simple. Vamos a asomarnos a sus honduras.

Entre las docenas de formulaciones que se han expuesto para explicar de qué se trata, hay una muy general que reza: “…es un movimiento que pretende hacer la ciencia más abierta, accesible, eficiente, democrática y transparente”. El dato transversal es: la ciencia mundial está en manos de élites y por eso sus formulaciones, su lenguaje y su ámbito son elitescos. El representante de la Unesco para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, Julio Carranza, explicó que el Lanzamiento Regional de Ciencia Abierta tiene como objetivo dar inicio a un movimiento para transformar la concepción de la ciencia. Ni más ni menos.

El detalle rotundo del evento es que Venezuela ya adoptó hace años, como política y como plan, la apertura de la ciencia y la tecnología hacia la interacción con cosmovisiones, saberes y racionalidades distintas a las que impone la convención, la hegemonía de la ciencia burguesa.

Aquí se está trabajando para el futuro, para niños que tal vez ya estén soñando con ser científicos, e incluso para venezolanos que todavía no han nacido

Esto ya en sí mismo es una clave entre todas las claves: la Venezuela bloqueada, sometida a intentos de aislamiento, a vejaciones de diverso tipo por parte de algunas potencias, está siendo reconocida como ejemplo y faro que señala caminos. Y el camino es abrir las compuertas del pueblo a los grandes temas y haceres científicos. Lo llaman democratización, y los primeros que se espantan son quienes dicen creer en la democracia.

Una de las líneas transversales de la Ciencia Abierta es que permite el encuentro de saberes y el respeto a las particularidades tecnológicas y filosóficas de nuestros pueblos; en Venezuela ese encuentro no sólo se permite sino que se promueve, se estimula y se concretan proyectos a partir de sus líneas. La Alianza Científico-campesina es un ejemplo de cómo el científico venezolano del tiempo y la praxis de la Revolución se despoja de toda actitud elitesca o señorial, de sus prejuicios, y se arma de humildad y audacia para poner en manos de movimientos campesinos procesos tan delicados como el mejoramiento genético de variedades de semillas. Lo que UNESCO está proponiendo a todos los países como recomendación, en busca de un consenso mundial, ya tiene expresiones y resultados palpables en la Venezuela del siglo XXI. 

UNESCO también expuso entre sus recomendaciones, ya que así lo plantea Ciencia Abierta, una mejor divulgación de los conocimientos científicos y un tratamiento más sencillo, para lograr “bajar” la narrativa de los expertos a las grandes mayorías. Una recomendación renovadora porque entre otros aspectos propone nuevos métodos de publicación de avances científicos que actualmente están en manos de pocos.

Ha dicho la ministra de Ciencia y Tecnología de Venezuela: “Ciencia Abierta es una oportunidad de reivindicar la cosmovisión, la estética, la herencia, la sonoridad y los saberes de nuestros pueblos. Este ejercicio es un acto de soberanía; es también un acto de reconocimiento al aporte de nuestra multiculturalidad”. Gabriela Jiménez consideró la recomendación con el corazón porque es su hacer diario, porque es su espíritu, es en lo que cree y es lo que ha propagado e impulsado. 

Otra intervención conmovedora fue la de Yesenia Olaya Requene, quien vino como portavoz del nuevo hacer y sentir colombiano, recogido y reflejado en la denominación del cargo de la joven funcionaria Olaya: ella es viceministra de Talento y Apropiación Social del Conocimiento de Colombia. Ha dicho: “La apertura de la ciencia también es política. En ese sentido, valdría la pena reflexionar qué implicaciones tiene democratizar y regionalizar la ciencia en los Estados latinoamericanos, cuando las estructuras de conformación del saber científico están atravesadas por procesos y fundamentos históricos de racismo científico, epistémico, segregación de identidades y pueblos en la región. Estas son preguntas que debemos hacernos en la reflexión sobre la política de Ciencia Abierta”.

La hermana República de Cuba, en la voz del doctor Antonio Rodríguez, aportó la siguiente reflexión: “…la Educación debe ser un catalizador de la Ciencia Abierta. La infraestructura técnica y laboratorios compartidos, así como la movilidad de los actores de la Ciencia y Tecnología por la región es necesario para garantizar más Ciencia Abierta”. Rodríguez es uno de los padres fundadores de la cirugía cardiovascular en la isla caribeña y el primero que realizó en su país una operación quirúrgica de cardiopatía congénita cianógena, frecuente en la infancia, también conocida como “Mal Azul”, que antes de 1945 conducía irremediablemente a la muerte.

Nicaragua, Honduras y Argentina también enviaron portavoces y delegaciones.

Volvemos a una idea esbozada arriba: las transformaciones y procesos que cambian la historia a veces son también lentos y laboriosos, nada parecidos en su puesta en escena a las historias de Hollywood. El ritmo y los tiempos venezolanos, ahora repotenciados con esta especie de reconocimiento internacional a sus pautas maestras, contienen tanta humanidad como las formulaciones macro de la Revolución Bolivariana: aquí se está trabajando para el futuro, para niños que tal vez ya estén soñando con ser científicos e incluso para venezolanos que todavía no han nacido.

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2 comentarios

Carlos Polanco 7 febrero 2023 - 05:45

por fortuna ese nuevo proceso indica el fin del antro universitario, sistema fácil de dominar por la jerarquía mundial transnacional que morirá en Ucrania.

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Teresa Ovalles M. 3 febrero 2023 - 10:42

Ojalá que en América Latina y el Caribe los Estados empiecen a trabajar en legislaciones -a partir de las recomendaciones de la Unesco- que conduzcan a esta otra visión de Ciencia Abierta. Que apunten verdaderaramente a sacar del secuestro a la ciencia, exclusiva de las grandes empresas y transnacionales, y que sea masticada por los pueblos. En Venezuela, el proyecto Proinpa, en Mérida, entrega laboratorios a los campesinos para que trabajen en la preservación y cultivo de la papa nativa, por ejemplo.

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