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¡Alerta, plataneros! El monocultivo vuelve a amenazarnos

por Fredy Muñoz Altamiranda
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Una nueva amenaza pende sobre los cultivos de plátano y cambur en Venezuela. Se trata del hongo Fusarium Raza 4T Tropical, que produce una marchitez irreversible de las plantas, hasta llevarlas a la muerte. Las autoridades venezolanas han iniciado acciones y campañas para atacar el flagelo

Fredy Muñoz Altamiranda

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Este hongo, que ya tiene más de una década afectando monocultivos de plátano y banano en Colombia y Ecuador ha llegado a Venezuela y se ha detectado en plantaciones en Carabobo, Aragua y Cojedes.

¿Cómo detectarlo?

Primero cabe decir que este hongo pertenece a una raza de patógenos que ya va en la cuarta generación y aunque para los 1, 2 y 3 existen controles agronómicos y fitosanitarios, para el FOC R4T aún no hay ninguno, cosa que nos coloca en el plano de la prevención y el control de su expansión. Sin embargo, una investigación en curso con nanotecnología, desarrollada en Venezuela, es uno de los pasos más firmes en la ruta hacia la erradicación de esta generación del hongo, cuyo origen está relacionado con cultivos y plantaciones sometidas a fumigación intensiva con agroquímicos. 

Cuando una planta es invadida por este hongo, las hojas inician un amarillamiento que las lleva a marchitarse totalmente; luego se doblan sobre el tallo, cubriéndolo, en un estado reconocido como «enruanamiento», a lo que sigue la muerte total de la planta. 

El alto nivel reproductivo del hongo ha hecho que en Venezuela sea llamado el «Covid del plátano», y se haya activado una movilización institucional nacional (INSAI, MinCyT y otros entes) para detenerlo.

Para el conuquero, el agricultor de subsistencia, el campesino, desde aquí sugerimos: insistir en la práctica de la agroecología y las técnicas ancestrales de cultivo

Características de propagación

El Fusarium Oxisporum Cubense Raza 4 Tropical, cuya sigla es FOC R4T, y que provoca la marchitez mortal de cualquier musácea, ya sea plátano, cambur o topocho, es muy prolífico y cuando aparece en una planta, rápidamente pasa a través del aire, el agua de riego, las herramientas de labranza o nuestra ropa.

Las plantaciones que tienen riego superficial compartido con acequias o canales, son víctimas fáciles de una invasión de este hongo, en caso de llegar a alojarlo. 

Este patógeno FOC R4T, como sus tres generaciones anteriores proviene principalmente de la práctica del monocultivo y sus mutaciones son el resultado de los tratamientos agroquímicos empleados para controlarlo en el pasado. 

¿Cómo detenerlo?

Las autoridades agrícolas de los países americanos que han visto afectadas plantaciones de musáceas con éste hongo, tienen elaborada una serie de recomendaciones técnicas para contener su propagación:

– Evitar el uso de hijuelos no certificados sanitariamente o que provengan de plantaciones externas.

– Dotar al personal obrero y técnico con ropa exclusiva para el ingreso a la plantación.

– Establecer un sitio de acceso único de vehículos y maquinarias al lugar, para que se facilite su desinfección.

– Diseños de protocolos de cuarentenas para sectores posiblemente afectados en la plantación.

Todas estas recomendaciones vienen diseñadas desde la agroindustria, para los monocultivadores de musáceas que dedican su producción a la exportación y a la generación de divisas.

Para el conuquero, el agricultor de subsistencia, el campesino, desde aquí sugerimos: insistir en la práctica de la agroecología y las técnicas ancestrales de cultivo, amables con la naturaleza y los seres vivos que la integramos.

Mantengamos nuestros mecanismos artesanales de ensemillamiento natural y conuquero, valorando nuestras variedades criollas y prescindiendo del material biológico y botánico elaborado en laboratorios al servicio de la agroindustria.

Adoptemos formas de siembra alejadas cada vez más del monocultivo.

Ampliemos la distancias de siembra y asociamos a los plátanos, cambures y topochos con cítricos, café y cacao, favoreciendo la comunicación y el apoyo radicular de las plantas a través del sistema de micorrizas.

Las amenazas biológicas como el patógeno FOC R4T vienen siempre en forma de embudo, es decir, desde las grandes plantaciones y monocultivos, apuntando amenazantes hacia el conuquero, el productor primario y el campesino que siembra para comer y subsistir.

Insistir en el minifundio diverso, el conuco y la agroecología es nuestra mejor defensa.

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