Son casi cinco décadas las que Lucila Andrade Bustos le ha dedicado a la relojería, oficio de alta precisión y delicadeza: «Debería ser un oficio de mujeres más que de hombres, porque es muy meticuloso el trabajo»
Son casi cinco décadas las que Lucila Andrade Bustos le ha dedicado a la relojería, oficio de alta precisión y delicadeza: «Debería ser un oficio de mujeres más que de hombres, porque es muy meticuloso el trabajo»