Pedro Reyes Millán es ateo, oriental, comunista; escultor y moldeador del fruto del taparo. Amante de la belleza, de los detalles, del oficio y de la verdad. Tiene manos gruesas y toscas de guerrero y también la paciencia del agricultor, la delicadeza del artesano. Premio Nacional de Cultura Popular en 2010, un certamen de artesanía lleva su nombre