Inicio Editorial Estuvimos y seguiremos por toda Venezuela

Estuvimos y seguiremos por toda Venezuela

por La Inventadera
644 vistos

Con la incursión de un equipo reporteril (reportera y fotógrafa) y posterior publicación de una primera crónica desde Delta Amacuro, nuestro proyecto ha conseguido cumplir una de sus metas: registrar alguna expresión de la actividad de nuestro pueblo en las áreas de la ciencia, la tecnología y la innovación en cada uno de los 23 estados de Venezuela y en su Distrito Capital. Ya visitamos cada una de esas entidades y de todas nos trajimos un puñado de historias, conversas, registros de experiencias y objetos hechos por nuestra gente: plantamos bandera.

Comunidad Yakerawitu (Delta Amacuro). Foto Yrleana Gómez

Hemos realizado incursiones desde la Costa Oriental del Lago hasta las industrias básicas en la zona del hierro; desde la Sierra Falconiana hasta las sabanas apureñas; desde la costa sucrense hasta las montañas de Táchira, Trujillo y Mérida; desde la resolana del semiárido larense hasta la potencia selvática del Amazonas. Quizá debamos admitir que nos falta visitar el territorio Esequibo, pero tenemos una carta guardada: un recorrido ya hecho y publicación pendiente desde Tumeremo y la población minera Nuevo Callao, que en sentido estricto y formal vienen a ser capital y lindero de ese territorio.

Parque Nacional Mochima (Sucre). Foto Félix Gerardi

Llegados a este punto son pertinentes un veloz recuento y un asomarnos a lo que viene. El recuento comienza en los días previos a la fecha de lanzamiento de este portal o revista digital (28 de octubre de 2021), continúa con las primeras incursiones reporteriles (al IVIC, a Carabobo y al eje Barinas-Mérida) y cumple ahora esta fase en el estado donde el Orinoco se vuelve metralla de aguas hacia el Atlántico. Como equipo, y cada uno de nosotros individualmente, podemos decir que hemos tocado profusamente la piel de Venezuela.

Muro de piedra en San Rafael de Mucuchíes (Mérida). Foto Lheorana González

Rumbo al futuro: queremos y debemos profundizar esas incursiones a lo hondo de cada estado, donde haya pueblo activo y resistente creando mejoramientos y soluciones, haciendo ciencia y tecnología, entendiendo (y a veces sin entender) que hacer una casa con barro o jalar un pescao en un caño tienen el mismo significado de ciencia y trabajo que hacer tratamientos con células madre y mejorar genéticamente una especie animal o vegetal.

Taller del mecánico industrial Javier Terán (San Juan de los Morros). Foto Lheorana González

A propósito de la última idea del párrafo anterior: de los muchos puntos donde confluyen y se entremezclan los saberes ancestrales, campesinos y académicos, la experiencia digna de ser destacada y voceada como sensacional conquista venezolana es el trabajo de los Productores Integrales del Páramo (Proinpa) con Codecyt y los entes de la ciencia, para que los agricultores y sus hijo dirijan y echen a andar su propio laboratorio de mejoramiento genético de rubros alimenticios (CEBISA). La Alianza Científico-Campesina es uno de los momentos-país que demuestran que somos rompedores de prejuicios y de esquemas, y que la inteligencia de nuestra gente humilde sólo necesita una oportunidad.

Rubia Vásquez en el museo de Quíbor (Lara). Foto Candi Moncada

Vamos entonces a profundizar: ya nos vieron (y los vimos) en 23 estados y en la capital del país, ahora intentaremos hurgar en el resto de los municipios (son 355, ya nos faltan menos) y después hablaremos de los niveles parroquiales, comunales y el casa por casa. Las utopías posibles están hechas de esa clase de desafíos. No podemos dejar de mencionar que estas travesías han sido posibles gracias al Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, a la Fundación Pueblo Soberano en su momento, y a la legión de amigos y de gente dispuesta a abrirnos las puertas y el corazón en todas partes. Con semejantes apoyos va a ser difícil que nos detengamos por desánimo o por falta de energías.

Taller del maestro juguetero Agustín Cona (Caracas). Foto Yrleana Gómez
Giróscopo de Ibrahím López García (Coro). Foto Félix Gerardi
Taller del restaurador de libros Nelson Bravo (Caracas). Foto Lheorana González
Jóvenes científicas en el laboratorio de química del IVIC (Miranda). Foto Jesús Arteaga
Hornos de Sidor (estado Bolívar). Foto Yorwuel Parada
Piezas del museo Antonie Van der Mark (Zulia). Foto Candi Moncada
Taller del tecnólogo popular Edgar Chacón (Barinas). Foto Lheorana González
Variedad de papa nativa en las manos de Bernabé Torres (Mérida). Foto Jesús Arteaga

Autor

Compartir:

Deja un Comentario