Al rapero Pablo Hasel lo acusa la Audiencia Nacional de Cataluña de tener un “trastorno antisocial y enaltecer el terrorismo”. Y con base en este diagnóstico le están aplicando una de psiquiatría para volverlo cuerdo y que se asimile de esta forma al statu quo que le impone la sociedad. Debe dejar de ser un rebelde.
Pablo Hasel, así como Carlos Ilich Ramírez, Julián Assange y Alex Saab, entre muchos otros, se encuentra también prisionero por atentar contra un Rey y su corte en pleno siglo XXI. Es como para no creerlo, pero mientras en el mundo hay países en los que los ultraderechistas, ultranacionalistas, nazistas, fascistas y neofascistas hacen lo que les da la gana, impunemente, hay lugares donde a los rebeldes se les castiga miserablemente violando sus más elementales derechos humanos.
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