Inicio En resiliencia Bagre pobre: proteína desde el padre Orinoco (I)

Bagre pobre: proteína desde el padre Orinoco (I)

La proteína animal proveniente del pescado de agua dulce es más económica, segura y variada que la de vacuno, cuyos costos sextuplican el del pescado

por Aldemaro Barrios
463 vistos

Texto y fotos: Aldemaro Barrios Romero

___________________

A lo largo de la costa sur del Orinoco Medio en el estado Bolívar, desde Panapana en el extremo este del municipio Angostura del Orinoco, hasta Caicara, al lejano oeste de Ciudad Bolívar y en la costa norte del río; desde Soledad hasta Mapire en Anzoátegui sur o en Cabruta (Guárico) los pequeños puertos pesqueros tienen centros de acopio donde llegan las lanchas, botes y piraguas con la carga de pescados capturados con anzuelo o redes artesanales.

Las especies de bagre en el Orinoco han sido clasificados en el orden de los siluroformes, de distintas morfologías y comportamientos alimenticios, formas branquiales, ojos, aletas, colores y contextura ósea, desde el bagre doncella de color gris plateado a grisazulado uniforme en el dorso, vientre más claro; hasta el bagre lau lau, de una coloración grisácea en el dorso y blanquecina en el vientre. Si es capturado y bajo la luz solar, en el dorso se producen leves tonalidades amarillo-oliváceas. La aleta adiposa es igual a la aleta anal. A principios de febrero de 2025 se registró el peso récord para un ejemplar pescado artesanalmente: 146 kilos, un ejemplar en la plenitud de su edad adulta.

Florindo Fae Silva es ingeniero en agroalimentación y profesor de biodiversidad y sociodiversidad de la Universidad Politécnica Territorial “José Antonio Anzoátegui” en Pariaguán. Resulta una fuente dual porque fue vendedor de pescado en los años 80 y 90, conoce las especies y el negocio de la venta de pescado, y ahora imparte clases en esa universidad en las áreas de Agroalimentación y Agroecología, Manejo sanitario animal, Agroclimatología, Agro epistemología, Manejo ecológico de insectos y enfermedades en las plantas, y Sistemas de producción integral.

Al conversar con él lo primero que nos advierte es que “la gente (algunos vendedores) confunden o intenta confundir a los compradores en la venta del lau lau con el cajaro y otras especies, que se parecen”.

El pescado lo traía “una gente de Mapire y de Santa Cruz del Orinoco (municipio Monagas, Anzoátegui). Si la cuestión estaba buena yo vendía de 500 a 800 kilogramos, el pescado más económico. Yo en dos o tres días vendía esa cantidad de pescado porque ellos venían semanal. Trabajaba dos o tres días, máximo cuatro y los demás días eran esperándolos a ellos para volver a vender pescado”.

“Todos los pescados se vendían porque había gente que podía comprar pescados más caros”, relata Fae, “que eran los rayados, el lau lau, la curvinata, la cachama, el morocoto, el dorado, que eran un poquito más caros, pero lo que era caribe, palometa, guitarrillo, la guabina, todos esos pescaditos eran baratísimos, prácticamente se regalaba el pescado. Antes no se vendía la sardinata esa, la payara, a esos pescados le decían ellos “basura”, ah, ellos claro, pero yo la vendía aquí porque ellos las traían y yo las vendía entre 15 y 30 bolívares al kilo. Pero estamos hablando de los años 90.»

“En Pariaguán la cultura es esa, la gente le gusta más el pescado de río, más que de mar. A mi papá (Aldo Fae Mayutto, italiano) a finales de los años 80 le traía pescado un señor que le decían el Cura de Mapire, él traía y le revendía a los pequeños revendedores como papá, porque ese señor tenía una pescadería grande. En aquel entonces se le ganaba un 30% más o menos, no se ganaba tantísimo, no como ahora que le quieren ganar el 1000% y meten embustes. Yo cuando veo un pescado sé que es, lo que es el lau lau, lo que pasa es que ese es un pescado escaso que no se consigue mucho, es muy difícil de conseguir y no es precisamente por esta zona que lo vas a encontrar. Está escaso, o diezmado, es raro conseguirlo, entonces te venden un bagre blanco pobre como si fuera lau lau”.

“El pescado de río se descompone menos que el de mar”, dice Fae desde su experiencia, “yo siempre traté de comprar una cantidad que yo pudiera vender semanal, o en dos o tres días. Yo no mantenía pescado mucho tiempo, porque no es recomendable, pierde calidad y eso puede causar problemas de salud”.

Esas informaciones del profesor Fae Silva nos muestran un indicio que luego corroboramos en reportes científicos sobre la escasez y pesca intensiva de esa especie de bagre hasta ponerlo en peligro, tal y como lo señalan autoridades en materia de biodiversidad.

– ¿Por qué la gente dice que el bagre dorado es más sabroso que el lau lau?

– Por la grasita y la carne también. Aunque los dos son bagres, las carnes son un poco diferentes. Igual que, por ejemplo, el bagre amarillo; la carne es mejor que la del rayado. Igual que ese mismo bagre blanco pobre grande, pero como lo he dicho, es mucho mejor que el rayado. Hay muchos bagres mejores que el rayado, lo que pasa es que el Rayado tiene fama, ¿ves? Y es uno de los que más abundan, porque es uno de los que más se adaptan a todas las condiciones, pero el dorado es mucho mejor y eso tiene que ver con su alimentación ahí en zonas donde más o menos se da”.

“Ahorita están sacando pescados rayados hasta de medio kilo, antes yo vendía bagres de 40, 50 kilos de rayados, dorados de 30 o 20 kilos. Te los compraban de un solo golpe o los vendía roleaos… Algunos pocos lo podían comprar completo, pero la mayoría yo lo picaba”.

Lo indicado por el profesor Fae nos pone a pensar en los controles de la pesca artesanal y en la necesidad de generar mecanismos para la captura de bagres maduros de manera que les permitan crecer a la edad reproductiva y el ciclo reproductor se cumpla.

“La gente que vivía de salarios, que trabajaba en empresas privadas, todavía hay algunos que lo compran completo (el pescado entero). En el caso de nosotros los educadores, podemos de vez en cuando comprar un rayaíto. A mí me gusta más el dorado, la curvina, el pavón, que es el mismo precio. Ahorita hay venta de pescado por demás, y venden económico, a 50 bolos el kilo (aproximadamente un dolar en diciembre de 2024). Hay algunos que especulan. Pero como hay más y mejor oferta que la carne de ganado y pollo entonces se abaratan las ventas.”

“Los que traen el pescado del Orinoco no son caveros (camiones cavas), son pequeños vendedores con cavas improvisadas en neveras viejas que lo trasladan desde Mapire o de los otros puntos de embarque como Santa Cruz, Boca del Pao, Las Majadas (Bolívar), entre otros, hasta Pariaguán o El Tigre. Ahora por el problema del combustible es difícil la cuestión del transporte, tanto para los pescadores como para los vendedores”.

La tradición alimenticia de los pueblos ribereños del Orinoco viene de tiempos ancestrales, es civilizatoria, la pesca y consumo poco ha variado en 30 años. Sin lugar a dudas tiene una potencialidad para consumo masivo pero debe haber una correspondencia con los controles de fecundidad y la aplicación de tecnologías de mejoramiento de la reproducción.

Se trata de una gestión combinada de ciencia, tecnología y corresponsabilidad de los gobiernos local, regional, central y comunal popular, que incluye a los pescadores y consumidores organizados, para evitar la especulación de intermediarios y con la gestión del Estado como órgano de control para la aplicación de políticas públicas de este rubro alimenticio de primer orden.

Autor

Sabemos que también te interesará leer:
Compartir:

6 comentarios

Magaly Solorzano Delgado 4 marzo 2025 - 09:24

Excelente reportaje y trabajo de investigación Profesor Aldemaro, agradezco la deferencia.
Magaly Solorzano Delgado

Respuesta
Aldemaro Barrios 6 marzo 2025 - 17:16

Gracias por tu comentario, este reportaje pudiera buscar sus antecedentes, salvan distancias, en aquellos del País Ausente que escribió Luis Alberto Crespo en los años 8 y 90 en El Nacional, este país está lleno de maravillas que hace de su gente un pueblo emprendedor y colmado de sorpresas positivas.

Respuesta
Aldemaro Barrios 6 marzo 2025 - 17:21

Gracias por sus comentarios, este reportaje pudiera buscar sus antecedentes, salvando distancias, en aquellos del País Ausente que escribió Luis Alberto Crespo en los años 8o y 90 para El Nacional, este país está lleno de maravillas que hace de su gente un pueblo emprendedor y colmado de sorpresas positivas. Las potencialidades de producción y productividad dada la diversidad biológica y ambiental , la abundancia de agua y fuentes de alimentación nos permiten alcanzar niveles óptimos de abastecimiento siempre que haya controles medioambientales para recuperar las especies que frecen proteínas para su consumo.

Respuesta
Aldemaro Barrios 6 marzo 2025 - 17:22

Gracias por sus comentarios, este reportaje pudiera buscar sus antecedentes, salvando distancias, en aquellos del País Ausente que escribió Luis Alberto Crespo en los años 8o y 90 para El Nacional, este país está lleno de maravillas que hace de su gente un pueblo emprendedor y colmado de sorpresas positivas. Las potencialidades de producción y productividad dada la diversidad biológica y ambiental , la abundancia de agua y fuentes de alimentación nos permiten alcanzar niveles óptimos de abastecimiento siempre que haya controles medioambientales para recuperar las especies que ofrecen proteínas para su consumo.

Respuesta
Belisa Morgado 1 marzo 2025 - 18:52

Excelente exposición sobre los peces de agua dulce. Esperemos que estas carnes que son para el consumo humano, lleguen a todos los rincones del país. Que se implemente una estructura que haga accesible su consumo para todos.

Respuesta
Luis Esteban Rojas 1 marzo 2025 - 15:44

Toda una clase magistral sobre los peces de agua dulce. Yo pensaba que el rayao era el mejor de todos, pero aquí aprendí que hay otros de carne superior.

Respuesta

Deja un Comentario