Inicio Carbono 14 Turismo histórico: una industria sin humo

Turismo histórico: una industria sin humo

por Aldemaro Barrios
2.788 vistos
 Aldemaro Barrios Romero 

Casi todas, por no decir todas las ciudades costeras de Venezuela, tienen una batería de lugares y sitios históricos derivados de antecedentes arquitectónicos, urbanísticos y sucesos con categoría histórica y patrimonial que constituyen escenarios para el fomento de la industria del turismo histórico en Venezuela.

Dentro de esa industria se mueve una economía subsidiaria de ingentes recursos que dan movilidad al comercio, la prestación de servicios colaterales como gastronomía, hotelería, transporte, guías profesionales y un sinfín de beneficios tanto para la comunidad asentada como para quienes vienen a conocer a Venezuela.

En ese ámbito del turismo histórico hay categorías que se pueden clasificar desde el turismo internacional, viajeros que vienen desde otros países a conocer estas tierras, su gente, su historia, y en el ámbito nacional, el turismo estudiantil y el turismo religioso son dos modalidades que pueden tener tradición en la prestación del servicio de turismo histórico.

¿Qué es el turismo histórico?

Es, en síntesis, un servicio recreativo que tiene como objetivo mostrar la vocación histórica de la ciudad, los lugares o escenarios físicos en una ruta o circuito que muestre monumentos e hitos históricos a los turistas y que provea al turista información de orden histórico. Hay ensayos en esta modalidad que usan métodos lúdico-educativo, guías, teatreros o músicos que desarrollan relatos recreando personajes, sucesos y espacios históricos de la ciudad para despertar conciencia y mostrar el rostro del pasado histórico del lugar.

Teatro de calle en Caracas

Indudablemente que los escenarios históricos y patrimoniales tienen una narrativa que se circunscribe a la información de lo ocurrido en el pasado, del lugar o de lo pretérito en éste, pero la misma no está exenta de la ficción y la teatralidad para provocar interés y atención a la audiencia.

Ello implica que los prestadores del servicio deben usar herramientas metodológicas como diseñar un guión con puesta en escena y los guías deben tener información sobre aspectos estructurales de las edificaciones, monumentos e instalaciones, igual que conocimientos de los eventos históricos sucedidos en ese escenario que está frente al turista. Los guías no son simples repetidores de un discurso histórico, sino que deben contemplar los intereses, vocaciones e inclinaciones de sus audiencias para poder construir una conexión emocional con quien le escucha. El manejo correcto de la herramientas metodológicas que le permiten ordenar coherentemente, sistematizar y adaptar para que el servicio turístico logré “satisfacer la expectativas” del turista, son claves para cumplir con el propósito del bienestar de la audiencia servida y básicamente está contemplada en el trato cordial, la calidad de la recreación y en el manejo de información que transmite el guía.

Los inicios del turismo como industria

Algunos autores confirman que el primer promotor del turismo como empresa de servicio lo realizó el británico Thomas Cook, cuando organizó una primera excursión desde la ciudad de Leicester hasta Loughborough en 1841. El  primer viaje turístico registrado que organizó este misionero bautista tuvo como fin llevar a 500 personas a un encuentro antialcohólico, obviamente no se podía consumir licor, lo que resulta paradójico porque en el turismo las bebidas alcohólicas moderadas y las comidas son infaltables como parte de la recreación social.

Exposición Universal de Londres

A partir del primer viaje turístico de Cook, que no dejó tanta rentabilidad, creó una agencia de viajes que se ocuparía de  la promoción turística dentro de Gran Bretaña y fuera de esas fronteras. En 1851 organizó las que serían las primeras promociones turísticas masivas cuando logró organizar viajes para 165.000 personas con el objetivo de de conocer la Exposición Universal de Londres y luego la de París. Posteriormente promovió un destino turístico de Gran Bretaña a Suiza, para la recreación histórica turística, salud y descanso. Para entonces el viajero pagaba un chelín por el tour, que equivalía a la veinteava parte de una libra esterlina (0.05). Hoy una libra esterlina equivale a 1,236 dólares americanos, entonces eso sería 6 centavos de dólar, lo que equivaldría a 9.900 dólares, casi diez mil dólares, para la época ya era un capital.

Desde entonces el turismo ha sido una industria que ha permitido a muchas sociedades la posibilidad de ingresos de recursos en divisas a esas naciones y a la vez la dinamización de las economías nacionales y especialmente las locales.

Sin embargo es en España, Italia y Francia donde hubo un desarrollo sistemático de los atractivos históricos turísticos en circuitos de recreación, luego de la II Guerra Mundial y especialmente desde la década de los años 50 del Siglo XX, inmediatamente después de la recuperación de las ciudades y los espacios patrimoniales destruidos durante el conflicto bélico mundial.

En América Latina algunos países destacados en el aprovechamiento de los espacios históricos patrimoniales para el turismo histórico son México, Argentina, Ecuador y más recientemente Cuba. Sin embargo, la gran mayoría de las ciudades costeras del Caribe tienen escenarios con virtudes históricas que son potenciales recursos turísticos.

Las comunidades y el relato histórico como atractivo turístico

Esta actividad debe corresponderse con políticas de Estado en las que los primeros beneficiados del desarrollo del turismo histórico sean las comunidades ubicadas en el contexto territorial donde se encuentren los espacios patrimoniales, primero y fundamentalmente que estas comunidades tengan conciencia histórica para valorar los lugares, luego el conocimiento de las eventualidades históricas y finalmente la participación directa en el procesos de guiatura en el servicio de recreación.

En Venezuela una de las ciudades que cuenta con escenarios turísticos con categoría histórica es La Guaira, en el centro norte el país que da frente al Mar Caribe. Recientemente se recuperaron espacios coloniales como la muralla de  la ciudad construida en el Siglo XVII para protegerla de los ataques de los piratas franceses, británicos y holandeses que azotaron la provincia de Venezuela desde los  siglos XVII y XVII.

El mismo trabajo de recuperación arqueológica logró descubrir bóvedas, ventanales, calabozos y bodegas que fueron enterradas por más de un siglo y constituyen atractivos turísticos para los visitantes, en tanto estos pueden observar las labores de los arqueologos.. Estos trabajos están siendo realizados por un equipo de jóvenes arqueólogos del Museo de Quibor dependiente del Centro Nacional de Estudios Históricos bajo la supervisión del Instituto de Patrimonio Nacional y en el mismo se han revelado nuevos hallazgos históricos que permiten reinterpretar lo sucedido en el lugar desde el Siglo XVII hasta el Siglo XX cuando fueron sepultados esos espacios.

Excavación del Baluarte de La Guaira

Lo que hasta ahora ha aparecido en la muralla de La Guaira es la recuperación de un recurso turístico con valoración histórica en tanto que en esos calabozos fueron sometidos generaciones de rebeldes independentistas como José Leonardo Chirinos (1775) Francisco de Miranda (1812) y Luisa Cáceres de Arismendi (1816) por mencionar a tres mártires de la independencia. Esos mismos muros guardan notas escritas por prisioneros sobre las paredes en el periodo del presidente José Gregorio Monagas (1851)

Pero la muralla es el inicio de un circuito de defensa colonial que recorre las calles coloniales y edificaciones recuperadas hasta la zona elevada en el camino de los españoles hacia las alturas del Guaraira Repano, donde se ubica el Castillo de San Carlos (1769), toda una historia que relata el comportamiento de la colonia en 3 siglos de dominación.

Alternativamente estas recuperaciones arqueológicas  constituyen nuevos escenarios para que los lugareños participen y conozcan vectores de identidad que los integran a las actividades propias del servicio de recreación turística siempre que estén conscientes y dominen la información histórica que constituye el atractivo para los turistas.

Las historias ocultas de algunas ciudades venezolanas

Caracas no está exenta de estas operaciones histórico turísticas, como el caso de la parroquia Candelaria, antiguo barrio canario y donde se ubican hitos históricos más allá de su principal atractivo que es la gastronomía, como lo fue el antiguo Hospital Militar, decretado durante el periodo de la dictadura de Juan Vicente Gómez, hoy ese edificio es sede de la Cruz Roja, desde 1938.

Así que en el entorno de unos espacios de servicios gastronómicos hay un circuito histórico que contempla la cuadra de la Cervecería Caracas, hoy Sambil, desde donde se implantaron los primeros sistemas de energía eléctrica para el alumbrado local, generados por una turbina hidroeléctrica ubicada en los extremos de Petare, movidos por las aguas del Guaire a finales del siglo XIX.

Puente Anauco

Una cuadra al oeste se encuentra Puente Anauco que el gobierno colonial dirigido  por el gobernador Julián Guillelmi ordenó construir desde 1786 y fue cuatro años después cuando el ingeniero Francisco Jacor concluyó la obra, con unos cimientos tan bien estructurados que aún sostienen las tres bóvedas del puente sobre el río Anauco antiguo lavadero de la Candelaria. Antes de 1790, los barrancos causados por las crecidas de la quebrada Anauco, socavaron las orillas de la quebrada y hacían que los transeúntes remontaran las cuestas empinadas por caminos tortuosos, donde transitaban cargas de productos agrícolas cosechados en las vegas aledañas a la quebrada o en los campos adyacentes al este, y los que ingresaban en tránsito desde el “cercano oriente” cuando Barlovento comenzaba en Chacaíto. Por ese puente pasó el Libertador Simón Bolívar rumbo a la Quinta Anauco en San Bernardino en 1827, la última vez cruzaría su ciudad natal.

Finalmente entre el diverso repertorio histórico turístico de La Candelaria no podemos olvidar al español Juan Francisco de León, cuya casa estaba ubicada en la esquina sur de la actual plaza Candelaria donde vivió quien fuera el primer rebelde español que se alzó contra la Monarquía y la Compañía Guipuzcoana, junto a un nutrido grupos de esclavizados negros barloventeños y otros productores canarios, quienes entraron por la actual calle Este Norte hasta la Plaza Mayor y expulsaron al el gobernador de Caracas Luis Francisco de Castellanos en 1749, lo que significó el primer golpe de estado de los pobladores contra la Monarquía Española y sus instituciones impositivas.

Rubia Vásquez en el Baluarte de La Guaira

Similar competencia tienen otras ciudades de Venezuela, como Ciudad Bolívar, Angostura en el Orinoco, cuyos espacios históricos nutren la posibilidad de desarrollos históricos turísticos en ambientes naturales de una espectacularidad sin igual. Lo mismo que ocurre en Cumaná, Barcelona,-Puerto La Cruz, Puerto Cabello, Coro y Maracaibo.

Con el turismo histórico se abre un abanico de posibilidades de desarrollo socioeconómico más allá del campo que ofrece el turismo tradicional, que privilegia sectores gastronómicos, transporte y hotelería. La modalidad histórica permite que los pobladores naturales se integren a la actividad, desarrollen sus capacidades cognitivas, de identidad cultural y conservación patrimonial para propios y visitantes y se generen dinámicas económicas alternas con el fomento de la artesanía local, la confitería, dulcería entre otras actividades propias de la comunidad.

Autor

Compartir:

1 comentario

Teófilo Griffin 2 enero 2024 - 16:55

Me gustaría compartir el tema, enfocado en una de las campaña del Libertador, sobre lo cual tengo algo adelantado,

Respuesta

Deja un Comentario