Por lo general en los años electorales quedan «en veremos» la activación de proyectos a largo plazo, los importantes, los que construyen países. Pero ahora mismo, desde las áreas cruciales de educación, ciencia y tecnología, llegan anuncios sobre varios saltos cualitativos
Se ha instalado un sentimiento generalizado en estas tierras, y probablemente también en otras latitudes: la manera vertiginosa y fulminante en que transcurrió el primer mes de 2024. En el lenguaje popular se dice: «El tiempo pasó volando» o «se nos vino encima».
Un análisis menos mágico o más terrenal pudiera llevarnos a conclusiones más «adultas»: se fue enero, y hay personas, grupos y organizaciones que deben estar lamentándose de no haber logrado ninguna meta. La buena noticia es que en las áreas que conciernen a nuestro proyecto editorial (la Venezuela dedicada a la ciencia, la tecnología, la innovación; la educación y la formación de los venezolanos del futuro) sí se han logrado unas cuantas. Y lo mejor, aunque se trata de un logro menos visible o reconocible: se están echando bases de calidad rumbo al logro de metas que no se detectarán ahora sino dentro de unos cuantos años. Cuando ya los resultados de lo que se hace en el presente no traigan la etiqueta o la sospecha que acusa de actuar por puro estímulo electoral, habrá productos y personas que emitirán otro dictamen: aquellos venezolanos de 2024 estaban trabajando para el futuro. Incluso para venezolanos que aún no habían nacido.

Los anuncios
Un anuncio presidencial del primer día de febrero de 2024 dio cuenta de algunos titulares que dicen mucho, a pesar de no haber sido descritos o narrados con la profundidad que esas noticias merecían. En síntesis, el presidente Nicolás Maduro informó que el primero de los siete vértices de la Gran Misión Venezuela Joven, denominado «Educación, ciencia y tecnología; ¡Vamos a aprender!», tendrá sustrato y terreno de ejecución en un plan nacido en tiempos complejos: Semilleros Científicos, baluarte de una gestión que se ha saltado unas cuantas formas convencionales del modo ejecutivo estándar de cualquier ministerio.
También tendrá acción en una derivación o profundización del anterior, llamada «Nueva Escuela», que entre otras creaciones anuncia una que ya de hecho ha dado sus primeros pasos, sin llamarse hasta ahora de esta manera: Escuela de Oficios Digitales. De esa vertiente de la Nueva Escuela se ha dicho que «priorizará la formación en robótica, Inteligencia Artificial y creación de contenidos». Parece cualquier anuncio, uno más, hasta que nos situamos en la filosofía y en la característica de su ejecución: para formar niñas y niños en robótica es preciso formarlos en programación, en electrónica, en el desarrollo de una forma de pensar que tiene mucho de audacia y creatividad: un muchacho o muchacha puestos en el desafío de crear robots tiene que entrenarse en una forma de pensamiento lógico y técnico en el que es casi imposible apartarse del buen humor. Los chamos juegan y disfrutan mientras generan artefactos y sistemas de acción creativa que resolverán problemas o plantearán situaciones que retan la inteligencia de los demás.

Se ha anunciado la creación de tres mil centros de tecnología y robótica en liceos y universidades. Las metas numéricas apoyan pero no son la base de la magnitud de la propuesta: de verdad se trata de crear «otra escuela» y ya tenemos rato navegando en las propuestas rodriguistas, raíz de nuestra Revolución.
Las otras facetas de «¡Vamos a aprender!» incorporan el INCES Joven, las Olimpiadas Científicas y el Plan Gradúate, toda una estrategia para que los niños y niñas de hoy sientan y vean en la ciencia y la tecnología una ruta viable para hacer trabajo productivo y remunerado.
En profundidad
Pero hay noticias debajo de cuyos titulares reside una buena cantidad de datos. Un importantísimo repositorio de claves y conexiones que contienen la verdadera sustancia de la noticia. En este caso, el espíritu, el alma y el sentido real de la noticia (lo que nos ha obligado a publicarla como noticia principal) es de una sencilla complejidad que invoca más de una sorpresa.


Tiene que ver con un detalle que los distraídos solemos dejar pasar. Es verdad que hay noticias de un día, que se quedaron estáticas o se agotaron. Pero también están las que se convirtieron en procesos y situaciones, que evolucionaron, que mutaron, que ganaron profundidad. A ver si logramos explicar unos casos puntuales. Los iremos publicando a medida que se den los anuncios oficiales.
Robótica adentroEn el actual ‘boom’ venezolano de la robótica, producto germinal de muchas actividades y peripecias del programa Semilleros Científicos en todo el país, la Fundación Infocentro tuvo ocasión de organizar en 2023 varios eventos, certámenes y dinámicas formativas, que coronaron incluso premios y reconocimientos internacionales. En los albores de 2024, también en la onda de la profundización de los planes y conceptos, esas capacidades y fortalezas servirán como plataforma formativa y de capacitación a los jóvenes incorporados a la Gran Misión Venezuela Joven. Robótica, electrónica, informática, lenguajes de programación: he aquí el universo de saberes y destrezas que ya los Semilleros han recorrido, y que sumará a miles o millones de venezolanas y venezolanos en edad de jugar y de aprender. A la hora de las metáforas habrá que asociar este otro salto cualitativo con la vocación semillerista de germinar y crecer en forma de planta frondosa y nutritiva.Un espacio modelo para este lanzamiento será el MegaInfocentro «Urdaneta el Brillante», ubicado en el casco central de Maracaibo. Aparte de sus 20 equipos (computadoras) con internet de alta velocidad, ese centro cuenta con un laboratorio científico tecnológico dotado con impresora 3D, equipo para soldadura electrónica y Kits de robótica Semillero Científico Ultimate 2.0. El trabuco venezolano para formar jóvenes, no sólo para alta competencia sino «para el fortalecimiento de la inventiva desde la ingeniería y el diseño», dice el material informativo de MinCyT.

Estas y otras novedades de la Venezuela enfrascada en la construcción de una Ciencia para la Vida, y otras cuya activación se anuncia para los próximos días y semanas, trascienden el simple hecho informativo, esas piezas que la velocidad de un planeta enredado en redes casi empuja a considerar reseñas que nos encandilan durante unos días antes de perder su efecto y pasar a ser periódicos de ayer.
Se vale volver arriba y releer: no son noticias simples sino el registro de procesos que evolucionan y se transforman en materia de futuro. Lo que es lo mismo que decir: deje de leer estas noticias aquí, pero tenga en cuenta que estas historias continuarán, próximamente.