Éder Peña
No son las mieles del poder sino del hacer, existen tantas como especies de abejas nos rodean. No solo nos endulzan o curan sino que ayudan a interpretar lo imposible que es separarnos de la naturaleza que somos.
El biólogo Pablo Pérez cuenta que, ante el encierro por la pandemia global, se fue a curiosear por las calles cercanas a su casa y encontró una cantidad impresionante de especies de abejas con o sin aguijón.
La abeja doméstica o melífera (Apis melífera) es una especie de insecto con comportamiento social de origen europeo y posee aguijón, su manejo con fines de obtención de miel posee algunas dificultades por el riesgo de que terceros sean aguijoneados.
Pero Pablito se ha fijado en las también llamadas meliponinas, las más conocidas son la guanota (Melipona compressipes), rubita o angelita (Tetragonisca angustula), arica (Melipona favosa) y conguita (Nannotrigona perilampoides) y se mueven entre los distintos tipos de vegetación que rodean a Caracas y su zona periurbana, desde los 0 a los 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar. Construyen sus nidos en cavidades naturales como árboles secos o no, en el suelo, muros, paredes, pero a menudo también en sitios raros como esqueletos de mamíferos o aves, nidos de termitas u hormigas.
Las diferencias en la composición y diversidad de las comunidades de estas abejas permite que sean buenas indicadoras de la calidad ambiental, porque algunas especies son más susceptibles que otras a los cambios de hábitat y sus desapariciones alertan sobre variaciones en los agroecosistemas.
También les llamamos pegones y nuestro invitado ha aprendido varias técnicas para dividirlas e inducir su reproducción a partir de experiencias en varios países de Latinoamérica. Su interés actual es establecer un meliponario escuela: un espacio para explicar a la gente cómo manejarlas para obtener miel y otras cosas más.
¿Cuáles cosas más? Estas bichas han evolucionado junto a muchas flores que se han adaptado hasta asegurar la supervivencia de las abejas y estas se han adaptado hasta asegurar la supervivencia de las flores, incluso a las de las plantas que son cultivadas en conucos.
Hay meliponinas de muchos tamaños y colores con adaptaciones para polinizar a casi toda la diversidad de flores que hay en Caracas y sus alrededores, tanto en zonas rurales como en los cultivos urbanos y periurbanos su actividad polinizadora aumenta la productividad de muchos rubros.
Respecto a las mieles: Las abejas del género Melipona son muy buscadas porque producen altas cantidades de miel, es un néctar que, además de exquisito, posee propiedades medicinales como la de ser antiséptica y antioxidante, esto hace que sea muy buscada. Sus nidos son saqueados y con ello mueren las colonias.
No producen más miel por colmena que las abejas domésticas pero su producción por biomasa es más alta debido a que son más individuos por colonia y los propóleos (ceras a partir de resinas de plantas), que han sido menos estudiados, han demostrado propiedades medicinales impresionantes.
Tienen comportamientos diversos de defensa, huida, hacen laberintos, establecen batallas, roban miel y polen de otras colmenas, tienen sentido de grupo y se combinan para resistir los ataques y saqueos, a veces mejor que muchos humanos…
En 2018 se publicó el libro “Abejas sin aguijón en Venezuela: biología, identificación y manejo” de Rodríguez y Manrique, un trabajo importante para conocerlas e incursionar en su manejo. Pérez, por su parte, requiere financiamiento para investigarlas en los distintos hábitats en que habitan estas laboriosas maravillas. Su instagram es @misvecinaslasabejas.
La ciudad, aunque no lo parezca, está sumergida en un océano abrumador de sabores, saberes y colores, las meliponinas hacen evidente ese nexo y esa cercanía que nos recuerda con zumbidos que lo diverso es hermoso como la vida misma.
1 comentario
Hay muy poca conciencia en general en el aprovechamiento de la miel de colmenas silvestres. En nuestra comunidad hay personas que las cosechan y destruyen el nido completo en este proceso. Ha habido escaso y nulo trabajo por desarrollar conciencia ambiental por parte de las autoridades del área, y preocupa que hoy en día, ante las dificultades generadas por el asedio político a Venezuela (a las que se suman los efectos postpandémicos y lo que vaya a traer el conflicto Rusia-OTAN) pareciera que el tema ambiental ha quedado aún más relegado (hablo por acciones concretas que tal vez deberíamos estar viendo en nuestro rededor). Sería interesante analizar qué perspectivas tenemos al respecto hacia el futuro cercano. Saludos fraternos!