La acuicultura urbana de peces ornamentales se cultiva en Cumaná desde hace más de cincuenta años. El oficio requiere conocimientos y una seria dedicación, aunque su manejo suele ser casero y artesanal
Texto y fotos Nelson Chávez Herrera
Bajo un cielo azul sin nubes y un sol radiante, a pleno mediodía, Andrés Montes, biólogo marino, especialista en peces, detiene su vehículo frente a una casa ubicada en el sector Los Semáforos del Cascajal, en la avenida Panamericana de Cumaná.
Antes de bajar del auto comenta las facilidades para hacer acuicultura urbana en cualquier casa o apartamento, donde se disponga de un mínimo espacio para las peceras. Seguidamente llama a José Cardona, quien invita a pasar a una vivienda amplia, tranquila, con muchas peceras ubicadas en el fondo de la casa, y un patio donde tiene varias tinas de lavadora y tanques de cemento que utiliza como peceras de reproducción.
–Mi nombre es José Cardona, nací en Cumaná, empecé en esto de la acuicultura desde ¡Usss!

Más de treinta años significa el ¡usss! y el oficio no le viene de familia. Su señora madre era ama de casa y su papá chofer de camión. Por cierto, uno de esos camiones lo conducía el 6 de abril de 1964 por el puente sobre del Lago de Maracaibo cuando un tanquero de la Creole se estrelló contra la estructura y derrumbó 259 metros de vía, empujando al abismo a siete automóviles y causando la muerte de ocho personas, en tanto el camión del señor José Gregorio Cardona con otros vehículos quedaban colgando del lado del puente en pie.
–Empecé con varias especies, con Platy (Xiphophorus maculatus), Guppy (Poecilia reticulata), Molly (Poecilia), Betta (Betta splendens), pero me alejé de los vivíparos y me puse más con ovíparos.
Los peces vivíparos nacen directamente, por parto; los ovíparos de huevos puestos por la hembra y fertilizados por el macho. Los cuidados con cada especie son diferentes.
–Con los vivíparos uno tiene que ver si los quiere dejar con los padres o los saca aparte; los ovíparos necesitan más cuidado con el agua, que no le caiga hongo al agua porque todo se echa a perder. Betta, Ángeles (Pterophyllum scalare), Tigrito (Puntius tetrazona), Guppy: son ovíparos.
–¿Quién te enseñó el oficio?
–Cuando empecé, uno de los criadores viejos era el señor Rafael, que le dicen Tito. Estaba el señor Edgar que vive por Campeche, estaba Joseíto, Pablo Cansino. Ellos me enseñaron mucho, fui aprendiendo poco a poco y a veces me decían “toma José”, me regalaban una parejita por aquí, otra por allá, también tuve que comprar y así hasta ser autosustentable.

El que sabe, sabe
–¿Qué conocimientos hacen falta para hacer una buena reproducción de los peces?
–Con especies como los Cometa (Carassius auratus), Guppy, Telescopio (Gigantura), la temperatura del agua. Mientras más fría es mejor. La temperatura fría los excita, les mueve las ganas de reproducirse, empieza el cortejo y el desove, luego al acuario se le ponen matas de agua; cola de zorro, lodea. Cuando el macho empieza a seguir a la hembra ella va poniendo los huevos en las matas y él los va fertilizando. Lo normal en los Cometa es sacar el macho y la hembra, dejar en el acuario sólo las matas con los huevitos.
–¿Con todas las especies de ovíparos es el mismo procedimiento?
–No. Con el Ángel hay personas que les ponen una teja o un tubo (en vez de las matas) y dejar el macho cuidando los huevos, porque él con las aletas ventila los huevos para que no les pegue la suciesa (suciedad) del agua. A los días usted va a ver a los alevines. Algunos criadores dejan las crías con el padre y otros los sacan.

–¿El agua que utilizas es filtrada, hervida, cruda?
–Agua normal, de chorro, pero se pone a reposar para que el cloro no los afecte. Yo tengo una nevera, la dejo reposar y de ahí voy agarrando el agua. Después, para mantenerla limpia, hay que estar sifoniando el fondo con una manguerita de oxígeno.
–¿Qué alimento le das a los peces?
–Uno de los primordiales para los alevines es la famosa artemia, unos crustáceos parecidos a un camarón miniatura. La dosis va dependiendo de qué especie usted va a alimentar. Con Betta, Viuda (Gymnocorimbus ternetzi) y Tigrito, no se puede uno exceder con la comida, porque si usted le echa de más ellos no van a comer y se va a perder en el agua.
Si no hay artemia se busca lo que se llama pulga de agua. Eso sale en las aguas estancadas, en los caños.

–¿Cuántos peces reproduces mensualmente?
–No me he puesto a medir. Pero el Betta, el Tigrito, el Cometa, paren en una sola desovada de 400 a 500 crías y la reproducción puede hacerse cada mes, para que estén bien alimentadas y bien cuidadas. Hay muchos criadores que viven de esto, es su negocio, yo no le paro, pero cuando tengo, por ejemplo, 500 Guppy y los negocio, es una buena entrada. Yo trabajo con la alcaldía y también soy vigilante en una tienda por departamentos, los peces para mí son más una pasión.

La pasión y los números
Otra pasión de José Cardona eran las guerras de minitecas en los años noventa, la música y la familia que lo apoya en su trabajo.
–Mi esposa tiene sus pececitos porái, el hijo mayor mío me ayuda a limpiar.
Su esposa Ángela María Arcia dice que la pasión de José por los peces es tanta que, a veces, ella tiene que sacarlo de la casa a la fuerza para ir a fiestas juntos o a pasear.

Mientras conduce hacia el Parque Ayacucho, Andrés Montes, uno de los miembros fundadores de la Asociación de Acuicultores Ornamentales del estado Sucre (AAOES), responde preguntas.
–Cada quien tiene su unidad productiva en su casa, así como José Cardona. Estamos inscritos en Insopesca con los permisos correspondientes y en las exposiciones participamos como Asociación.
–¿Es rentable la acuicultura urbana de peces ornamentales?
–Yo llegué a vender 3.000 pececitos en un mes. Los mandaba para Zulia, Barquisimeto. Los peces ornamentales tienen mercado en el país y también afuera, pero como no hay una política de exportación se van por trochas para Colombia, por San Antonio del Táchira o por Maracaibo. Una pareja de peces de la especie Guppy negro costaba hace poco 5 dólares y de esos animales tu puedes mantener de 10 a 15 por litro. En un tanque de 1.000 litros saca la cuenta.

A continuación, explica que los envíos se hacen en cavas de anime, bolsas de tetica con 25% de agua y 75% de aire (oxígeno), metiendo una botella de agua congelada en el medio de la cava y separada de las bolsas mediante cartón.
–No hay que darles alimento a los peces el día antes, porque el pez excreta, el excremento crea amonio y el amonio absorbe oxígeno. El hielo es para disminuir la temperatura, lo que hace que el pez entre en letargo, disminuya el metabolismo y consuma menos oxígeno. La temperatura de transporte debe ser de 16 a 18 grados, el agua de las bolsas debe estar a 23 grados. La temperatura de un acuario debe estar sobre 28 grados.
En la Plaza Ayacucho se encuentran Robert Ramos y José Flores (Rufo), miembros de la Asociación (AAOES) y acuicultores reconocidos.

Mientras vende sus peces, Robert Ramos cuenta.
–Nosotros antes éramos comerciantes con mi hermano Albert, comprábamos los peces y los revendíamos, pero pensamos: vamos a criar nosotros, y empezamos. Ahora Albert cría y yo vengo acá y vendo.
Albert Ramos también introdujo a María Marcano, estudiante de biología en la Universidad de Oriente (UDO), en este arte que empezó a cultivar desde en 2017 como una alternativa para obtener ingresos económicos. Actualmente, dada la pasión desarrollada, forma parte de su investigación de tesis.
La clientela se acerca a comprar y Robert da los precios

–A 30 los Goldfish, las Viudas a 10 y 5 (bolívares).
«Antes había como setenta criadores, pero ahora tú preguntas y hay como tres mil (exagera). Aquí nada más en Cumaná tú te pones a averiguar y de un criador saltas a otro y ¡Muchacho! ¡Dígame en La Llanada, en Boca Sabana hay como quince! Salieron más cuando los peces empezaron a dar. Hay peces de 3 y de 5 dólares. La Viudita es el más barato. El Telescopio cuesta 100 bolívares, pero uno grande cuesta más. Aquí en la Plaza Ayacucho hemos llegado a vender un animal hasta en 7 dólares».
Las especies y variedades de peces ornamentales son innumerables y se cuentan y multiplican hasta por los rayos que tienen los peces en la cola. En su mayoría son especies chinas, indonesias, japonesas, mexicanas.

El representante del patio
Una precaución que deben mantener quienes sean acuaristas es no abandonar ninguna de estas especies en los ríos, pues podrían generar un problema ambiental, los peces convertirse en especies invasoras y transformar dramáticamente el ecosistema. No obstante, el país también cuenta con especies nativas y con un pez criollo, cumanés, que no existe en ningún lugar del mundo. Un pez muy solicitado por acuaristas en el exterior. De esta especie habla José Flores (Rufo), quien empezó con la acuicultura urbana a los ocho años y a la misma edad, su hijo Rafael ya obtuvo un segundo lugar en una exposición de peces ornamentales en Cumaná.
–Mi papá y mi tío Antonio capturaban peces, iban a Chamariapa, Laguna de los Patos, Campoma, y los llevaban para Caracas. Capturaban el Guppy que uno aquí en la ciudad conoce como el Guppy de Caño, pero es una variedad única en el mundo y es de aquí de Cumaná. Los criadores la llaman Endler, Guppy endler (Poecilia wingei).

Esta es una de las especies que más le piden a Rufo dentro del país y desde países como España y Estados Unidos.
–Hay gente de afuera que agarraba, buscaban en satelital, tomaban fotos y entonces me decían “mira José, hay esta zona, quiero que la averigües”, pero luego que les recolectaba no querían pagarme nada y se lo dije. Pasa que yo estoy aquí en la madre de los peces que todo el mundo quisiera tener, y el Endler es uno de los que más les gusta afuera y lo piden.
–¿De quién aprendiste aparte de tu papá y tu tío?
–Ya criando conocí a Pablo Cansino, muchas cosas las aprendí gracias a él, a mantener los peces como él los mantenía, a reproducir la artemia, a eclosionarla. También del señor Tito aprendí mucho.
–¿Qué otro alimento se puede utilizar aparte de la artemia?
–La artemia es un alimento vivo y es el mejor para los peces. Pero también se les dan la hojuela y las papillas que uno prepara con vegetales; con espinaca, acelga, auyama, con espagueti sancochado, licuado todo.

–¿Cuáles son las enfermedades más comunes de estos peces?
–Los puntos blancos en el cuerpo, que yo controlo con un poquito de sal y le aumento la temperatura al agua, se la pongo más caliente y se le va cayendo el hongo. La otra es la podredumbre: cuando al pez se le va pudriendo el cuerpo hay que ponerle hojas de almendrón, que contienen antibiótico y eso le va restando ese mal. El azul de metileno yo no lo uso mucho.
–¿Cuántos acuarios tienes?
–Debo tener como unos ochenta, noventa acuarios. Tinas de lavadora, tanques de asbesto. Pablo Cansino tenía más o menos unos veinte tanques de cemento y doce de asbesto. Pablo era el que más tenia peces aquí en Cumaná.
