Rafael Méndez se dedica a enseñar a quienes quieren aprender electrónica aplicando herramientas y modos de fácil manejo, mediante un proceso formativo eficiente. Apuesta a solucionar problemas reales antes de entrarle a la teoría
Alejandro Silva Guevara / Fotos: Luis Escalona
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El kit de Electrónica que utiliza no es complicado. Está diseñado, precisamente, para ser comprendido y utilizado por personas interesadas en entender el funcionamiento de los componentes electrónicos desde su más básica concepción. Se trata de varias regletas de madera de unos cuarenta centímetros cada una, en las que su creador, Rafael Méndez, distribuyó los componentes con sus funciones discriminadas por sus rangos y capacidades.
Una de ellas posee todas las resistencias que se pueden conseguir en el mercado electrónico; en otra se encuentran los condensadores eléctricos y en la siguiente los condensadores cerámicos; le siguen dos regletas de transistores de dos tipos: NPN y PNP, o sea, las dos variedades de transistores bipolares que funcionan complementariamente. P y N hacen referencia a la polaridad. Por último, el kit se completa con un cargador de 5V (5 voltios) y 500mA (500 miliamperios), que no revisten ningún riesgo para los aprendices en el manejo de energía eléctrica.

También cuenta con los llamados “caimanes”. Esas pinzas pequeñas se colocan en los extremos o terminaciones de los cables para hacer las interconexiones entre las regletas. Con estas herramientas Rafael inicia a la muchachada enseñándoles los tres conceptos básicos de la electrónica, los de la Ley de Ohm (voltaje, amperaje y resistencia), y los valores propios de una “resistencia standard”, reforzando el aprendizaje con registros de resultados experimentales anotados en una hoja de datos.
Sin hablar de la teoría como la introducción “natural” que se utiliza en estos casos, Rafael se basa en el ensayo y el error como la mejor manera de aprender electrónica. En esta primera etapa, los participantes encienden una luz led tomando en cuenta qué es lo que se necesita para que ocurra, cuáles conexiones se deben hacer entre las regletas del kit tomando en cuenta las características y necesidades del bombillo ─porque los ohmios no son iguales─, qué resistencia se debe escoger, etc., de manera que quienes participan en el curso de electrónica, luego de encendido el bombillo, es cuando se les explica por qué encendió con los elementos utilizados del kit.
Reproducción de métodos de enseñanza
Rafael recuerda que tenía apenas cinco años cuando su padre le regaló un kit de electrónica. Era importado y le sirvió, entre otras cosas, para crear una especie de transmisor que hacía interferencia en los aparatos electrónicos de los vecinos, quienes se quejaron con el orgulloso papá de Rafael. Según Méndez, esos kits ya no se producen mucho y no llegan al país en caso de haberlos. De allí la idea de crear este kit y otras precisiones referidas a los métodos de enseñanza de materias como las matemáticas y la electrónica.

En este sentido, y basándose en los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida sobre estos procesos, recreó todo lo necesario para armarlo, adaptándose a las limitaciones existentes, porque, por ejemplo, con respecto al tema de las resistencias, éstas son limitadas y son standard, razón por la cual siempre se busca los componentes que “más o menos” se adapten a los requerimientos de los circuitos trabajados. También utiliza el llamado código de colores, en el que, por ejemplo, los cables negros son los de conexión para “tierra”, el rojo para la corriente, y así por el estilo.
Con esta herramienta, quienes participan en el curso, deben transitar el camino del ensayo y el error, una forma bastante efectiva de fijar el conocimiento.
«Lo que pasa es que nos enseñaron al revés», analiza Méndez, «nos enseñan primero la fórmula para que la apliquemos en cálculos sin valor, cuando en realidad el proceso de aprendizaje va de lo concreto a lo abstracto; de la práctica a la teoría. Sólo de esa manera se aprende eficientemente». Asegura que estudiar primero una fórmula ficticia produce una sensación de inutilidad con respecto a ciertas ciencias exactas. La practicidad, por ejemplo, de medir un espacio para colocar una ventana lleva primero a hacer las mediciones y luego a los cálculos en busca de que dicha ventana tenga las medidas correctas.
Tanto el kit como la teoría fueron llevados a la práctica por él mismo en el Colegio “Fermín Toro”, ubicado en Araure, estado Portuguesa, institución a la cual ingresó en principio como profesor de Ajedrez.

El kit electrónico, como apoyo educativo, ha demostrado lograr su meta y la mayoría de los y las muchachas que se acercan al curso terminan mostrando capacidades para resolver los problemas relacionados a los circuitos y su correcta instalación. La idea de Méndez es llevar este kit al nivel de producción masiva y ampliar la formación en esta área.
Electricidad psicológica
Rafael Méndez egresa del Liceo José Antonio Páez en el año 1979, como Bachiller en Ciencias, y posteriormente estudió Psicología en el área de Biología del Comportamiento en Bratislava, Eslovaquia, localidad ubicada a unos 80 kilómetros de Viena (Austria). Afirma que fue durante sus estudios cuando entendió que la manera en la que se enseña en la mayor parte del globo terráqueo está errada.

Como psicólogo en el área del comportamiento humano, apoya el cambio de la enseñanza tradicional en la cual un grupo de estudiantes se sientan a resolver fórmulas que no aportan nada práctico al mundo material. Rafael se refiere a la enseñanza como el juego de ajedrez en el que se debe tener la habilidad y la estrategia correcta para concretar la victoria sobre el contendiente por parte de quien más capacidad de análisis y ejecución maneje.
Méndez informa de su compromiso constante con la enseñanza. Tiene un programa de radio semanal, además de que próximamente estarán inaugurando un canal de televisión regional a través del cual continuará con sus labores formativas.
