Emma Grand
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Desde el año 2017, las Escuelas de Cuencas de Siembras de Agua de la Biorregión Karive, acompañadas de diversos movimientos sociales de los Altos de Guaicapuro, en el estado Miranda, vienen impulsando un conjunto de acciones dirigidas a la protección y conservación de las fuentes de agua de este territorio, que incluyen a la flora y la fauna, fundamental para su vida, a través de procedimientos ancestrales.
Ese trabajo es realizado con la participación de las comunidades educativas de cuatro parroquias del municipio mirandino de Guaicaipuro: San Pedro de los Altos, Los Teques, Cecilio Acosta y El Jarillo. En esas parroquias han logrado resultados como el estudio de las principales cuencas hidrográficas que proveen de este bien natural en estos territorios para su atención. También han activado procesos de generación de condiciones para la Siembra de Agua, la construcción de viveros escolares y comunitarios con diversas especies de plantas que son sembradoras de agua; procesos de reforestación en espacios que así lo requieren, mantenimiento de las nacientes o espacios recuperados; y la tarea de problematizar en estos territorios situaciones de afectación de la naturaleza con encuentros y alianzas.
Sobre este movimiento, y su trabajo en defensa al Patrimonio Biocultural en los Altos Mirandinos, conversamos con Luisa Sequera, educadora especializada en mención Geografía, con una amplia experiencia en participación dentro de organizaciones sociales. Sequera coordina desde sus inicios las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua (ESCUSA) de la Biorregión Karive.

–¿Cómo llegas a este movimiento de Sembradores de Agua y qué territorios abarca la Biorregión Karive?
–Mi participación en las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua Biorregión Karive es resultado de una línea de investigación en la que estoy involucrada desde el año 1987, cuando ingreso como investigadora al Centro de Investigaciones Geohistóricas y Geodidácticas de Venezuela. En ese espacio se desarrollan procesos de investigación comunitarios con la técnica de Diagnóstico de la Comunidad Local para generar políticas educativas y geohistóricas en función de las transformaciones que el territorio requiere, vinculando a la escuela.
«Luego me incorporo a un equipo que trabaja con el tema de la Identidad Regional, con el cual realizamos tareas de investigación, formación y trabajo comunitario en todo el estado Miranda. Aquí también generamos un proyecto que resultó en la elaboración de los libros “Identidad Regional” por subregiones. En ese momento se hablaba de la subregión Altos Mirandinos, subregión Metropolitana, subregión Barlovento, subregión Valles del Tuy y subregión Guarenas-Guatire».
«Posterior a esa experiencia me incorporo en el 2003 como estado Miranda al movimiento Calendario Productivo Sociocultural, que nace a finales de la década del noventa en Sanare, estado Lara. Lo comenzamos a trabajar en las Escuelas Bolivarianas y en otras estadales, nacionales y municipales. Y tras esa trayectoria de casi veinte años, en 2016, nosotros como estado pasamos a integrarnos a esa dinámica de Escuelas de Cuencas que Siembran Agua».

«Pero un año después, en 2017, en una reunión que sostuvimos en el Instituto de Estudios Científicos y Tecnológicos (Idecit) de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR) con el entonces coordinador nacional de Calendario Productivo Sociocultural, Livio Rangel (El Gocho), fue que conformamos la Biorregión Karive, con el objetivo de superar la visión fragmentada del territorio por municipios y estados; y pasar a la visión unificada del territorio que es la Biorregión. En este caso la concepción de biorregiones.
«Cuando nos reunimos en la UNESR para conformar nuestra biorregión, hicimos un amplio debate sobre ella y decidimos que se llamara Karive por todas sus características de territorio, históricas, económicas, etc. En estos momentos, Escuelas de Cuencas que Siembran Agua de la Biorregión Karive solo trabaja en cuatro parroquias de los Altos de Guaicaipuro: San Pedro de los Altos, Los Teques, Cecilio Acosta y El Jarillo».
–¿Qué se viene impulsando desde las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua Biorregión Karive?
–Inicialmente, cuando comenzamos a trabajar con Escuelas de Cuencas que Siembran Agua Biorregión Karive en 2017, nos planteamos el trabajo con once centros educativos de las parroquias Los Teques, El Jarillo, San Pedro y Cecilio Acosta. Posteriormente, en diciembre de 2020, nos reunimos para hacer una valoración de cómo íbamos a continuar trabajando en las escuelas dada la coyuntura de la pandemia del Covid 19. Y allí decidimos involucrar a los movimientos sociales. En ese momento es cuando comienza el tema de la cromática de los movimientos sociales, movimiento de movimientos; y comenzamos a hacer un registro de las organizaciones existentes en los territorios que tuvieran que ver con nosotros y que tuvieran la disposición, además, de trabajo conjunto. Así surgió lo que nosotros conocemos como la Escuela Social, una categoría Robinsoniana de la Educación.

–¿A qué se refieren las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua cuando hablan de Patrimonio Biocultural?
–Nuestra visión de lo que es el Patrimonio Biocultural parte de la vinculación que hay entre el patrimonio biológico y cultural de un territorio; y planteamos que las diferentes formas de vida que se han creado, que han surgido, que se han desarrollado, que han florecido en un entorno geográfico, lo han hecho porque precisamente las condiciones naturales así lo han permitido. Lo cual garantiza la permanencia, la reproducción, la trascendencia de esas formas de vida. En nuestra concepción del Patrimonio Biocultural del territorio, decimos que todo está vinculado en esta tarea maravillosa que es la vida. Está vinculada la vida vegetal a la vida animal; y dentro de esta vida animal, obviamente aparecemos nosotros, los seres humanos. Desde el punto de vista geográfico, nosotros decimos siempre que la vida humana, las relaciones con su entorno, la cultura, constituyen uno de los factores de mayor peso en las transformaciones propias a los espacios geográficos y en la protección y conservación; pero igualmente constituye uno de los factores de mayor peso en la afectación ambiental de los territorios.
“Entonces, en esta idea, en esta realidad de que es el ser humano el que termina transformando los espacios para su debida conservación y reproducción, y para satisfacer las necesidades, terminamos viendo que estamos afectando el territorio justamente por la utilización de los bienes naturales para nuestra satisfacción sin tomar en cuenta el resto de las vidas que existen en los territorios. Es ahí que hacemos una afectación muy fuerte sobre los espacios geográficos».
“Para nuestro trabajo, que tiene que ver con las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua, estamos hablando de un Patrimonio Biocultural relacionado con el agua, que tiene que ver con la flora y la fauna. Es decir, la protección de la vegetación y de la fauna implica la protección del agua».

«Pero al mismo tiempo, entender los elementos culturales que rodean el territorio en esos sitios, en las nacientes, y el cómo son las relaciones de la gente en su territorio, el cómo lo cuidan, cómo lo preservan, cómo lo usan para su bienestar, tiene que ver también con una visión geohistórica del territorio».
–¿En qué consistió su ponencia en el Congreso de Altos de Guaicaipuro como representante de las Escuelas de Cuencas que Siembran Aguas de la Biorregión Karive,?
–Principalmente en el hecho de que nosotros, las Escuelas de Cuencas que Siembran Agua de la Biorregión Karive, estemos organizados como un movimiento de movimientos, tiene un alto valor geohistórico. El enfoque geohistórico plantea el hecho de que la unidad de las acciones en la diversidad de las organizaciones que están en un mismo territorio y contexto histórico, en este caso los Altos de Guicaipuro en la actualidad, y en función de un mismo fin como en nuestro caso que es la defensa y protección del patrimonio biocultural nos hace más fuertes.
«Escuelas de Cuencas que Siembran Agua trabajan en confederación con otros movimientos e instituciones que están en el mismo territorio y que tienen fines comunes, como por ejemplo la formación ciudadana, la protección de parques nacionales, la reproducción de especies de plantas que llaman agua, el ámbito cultural, comunicacional, la investigación geohistórica, el senderismo de interpretación biocultural y patrimonial, procesos de reforestación. Una tarea importantísima desde el punto de vista geohistórico para la protección de las fuentes de agua y de los nacientes».