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Los científicos lo idean; Freddy lo fabrica

por Alejandro Silva Guevara
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Con unas cuantas máquinas y equipos, una idea clara de lo que se va a desarrollar y mucha creatividad, un ingeniero mecánico hace posible la creación de aparatos y herramientas útiles para el desarrollo científico en el IVIC

Alejandro Silva Guevara / Fotos: Candi Moncada

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En el año 2016, cuando aprendimos que la concha de plátano se puede condimentar y cocinar como carne mechada, que hay plantas que crecen en todos lados y que, además de ser comestibles, poseen nutrientes que pueden sostenernos el día entero; ese año en que aprendimos las mil y una formas de cocinar lentejas y otros trucos de sobrevivencia ante los ataques inmisericordes al pueblo venezolano, pequeñas batallas dan cuenta de una resistencia en la que el conocimiento y la inventadera fueron el contraataque más efectivo para seguir en pie.

Por esos días funcionaban apenas dos de las once plantas procesadoras de harina precocida de maíz que los iraníes instalaron con personal venezolano, a través de uno de los convenios de cooperación entre ambas naciones, para hacer frente al monopolio de cierto agente hambreador.

Una de las dos plantas de procesamiento de harina precocida queda en el estado Cojedes, específicamente en San Carlos. Un día, un viceministro se comunicó con Freddy Jiménez para plantearle la terrible situación que se estaba presentando en la procesadora. Por las continuas interrupciones del servicio eléctrico, la planta generadora de energía dejó de funcionar. Los constantes racionamientos de luz –algunos programados, otros no–, terminaron dañando el generador que tenía como objetivo suministrar energía por el orden de unos 990 megavatios: “Para alumbrar completo a un barrio vertical”, comenta Freddy.

Así que se fueron para San Carlos sin dinero, con apenas la gasolina que tenía el carro que los llevó al lugar, pero con muchas ganas de solventar la situación.      

Al llegar a la procesadora, Freddy Jiménez, junto con un ingeniero eléctrico y un ingeniero electrónico, se dieron a la tarea de hacer una evaluación completa del monstruo: “Yo no había visto un planta eléctrica de ese tamaño, era muy grande. Pero me acordé de Walterio, que nos dijo que siempre se debe resolver los básico, lo importante”, así que se dieron a la tarea de ir al centro del funcionamiento del monstruoso aparato. 

Los trabajadores, cansados de las visitas constantes de equipos de “expertos” que no resolvían nada, se mostraron apáticos ante la presencia de un grupo más de personas que venían a ver qué hacían; quizás pensaron que no harían nada, como el resto. Pero pocas horas después de haberse puesto el equipo a trabajar el generador arrancó, para sorpresa de todos los que se encontraban allí en ese momento. A partir de esa prueba exitosa, muchos trabajadores se acercaron a dar apoyo a estos compañeros que habían comenzado a dar un poco de esperanza ante una situación que aún no estaba solventada del todo.

La producción de harina en esa planta es de 30 toneladas diarias; en ese momento apenas llegaba a 3,5 toneladas a las semana. El problema que encontraron fue que el sistema electrónico de “transferencia”, cuya función es que cuando la energía externa deja de entrar, ésta se enciende con un proceso automático que genera inmediatamente la energía para que la planta continúe en funcionamiento, se quemó, quedó inservible. De tal manera que la decisión que tomaron fue separar la parte automatizada del aquel maquinón, para que pudiera ser encendida de manera manual. 

Ese mismo día, a las 9:00 pm. aproximadamente, estaban todos reunidos ante lo que sería la prueba final: cuando lo hicieron, todo el “barrio vertical”, que era la inmensa planta procesadora, se encendió, así como las risas, los abrazos, las lágrimas y la alegría de haber ganado una batalla en medio de la guerra.

Conocimiento comprometido

Freddy Jiménez es caraqueño. Nació en la maternidad Concepción Palacios, parroquia San Juan. Su formación como ingeniero metalmecánico fue el resultado de varias etapas de validación y estudios, pero el conocimiento adquirido, a partir del momento en el que vio una muestra de lo que se podía hacer con esta parte esencial de la ingeniería, fue constante y sostenido. 

A los 14 años ingresó a la Escuela Técnica Industrial Gregorio Macgregor, que aún se encuentra ubicada en Coche, y a pesar de que la mayoría de sus panas escogieron electricidad él se sintió atraído por el trabajo con metales y el funcionamiento mecánico de las cosas. Posteriormente se graduó de TSU en Tecnología Mecánica. Pero cuando quiso proseguir con su formación se fue a la Simón Bolívar para graduarse de ingeniero, pero le tiraron la puerta en la cara, así que se fue a la Universidad Central de Venezuela, presentó prueba interna y al poco tiempo ya era parte del alumnado de la casa que “vencía las sombras”.

Interrumpió la carrera y se fue del país, a Canadá, pero al volver continuó sus estudios porque el presidente Chávez había impulsado la remoción de los “techos” que impedía una consecución de estudios que validaran más los conocimientos que los “estudios” de papel.

Lo cierto es que más allá de lo académico, de toda la amplia experiencia acumulada por años de trabajo creativo y una practica constante, Freddy Jiménez es militante de la vida, de las mejoras que facilitan la vida en comunidad y trabaja duro, por convicción, para tratar de establecer un puente en el que la metalmecánica sea una herramienta revolucionaria, o sea, que esté al servicio del pueblo, de las necesidades reales de la gente. 

Su trabajo es complejo; como dice él mismo: “En este taller hacemos los sueños realidad”. Así que imaginen que un científico está empeñado en la invención de algo con un fin muy puntual, en cualquiera de las áreas de estudios y desarrollos de un ente como el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC); en el camino entiende que necesita crear ese aparato que ha concebido, pensado y formulado teóricamente, pero que no existe en el plano físico. El científico traza unas líneas o arma una maqueta de papel, cartulina o cartón que se parezca al prototipo de equipo que tiene en mente, como parte fundamental de su investigación.

En ese momento acude a Freddy Jiménez y se acerca al taller. Freddy lo recibe y lo escucha, pregunta y propone, y así se inicia su trabajo, que es el de crear piezas nuevas y funcionales para que ese dibujo o maqueta no sea sólo eso, sino un artefacto real, que se mueva y ejecute órdenes. Los científicos lo sueñan, Freddy lo fabrica. 

Por esta razón se debe puntualizar el hecho de que en el laboratorio-taller donde labora Freddy no se pueden encontrar ninguno de estos inventos o prototipos, debido a que una vez pensados y creados, se los llevan los científicos solicitantes para poner a prueba sus desarrollos.

Esta es la cotidianidad de sus labores como personal del IVIC, y a pesar de ser la labor que lo convoca, no le satisface del todo, porque cree firmemente, así como el resto de los científicos e investigadores del Instituto, que los inventos y desarrollos científicos deben estar íntimamente ligados al beneficio del pueblo. Entonces se dedica en otras áreas más personales de su entorno, a proponer y en muchos casos a llevar a la práctica, proyectos que definitivamente sirven para avanzar en la superación de problemas tangibles de un país maltrecho por las crisis que generan los bloqueos.

FabLab: una idea socialista de producción

“Yo creo que el peo fundamental es descolonizar… descolonizar nuestro cerebro. Eso es fundamental. Cuando saquemos esa formación capitalista y servil de aquí, de nuestras cabezas, y digamos y hagamos lo que debemos, lo que necesitamos hacer, la cosa cambiará. Ante el hambre de la gente la pregunta es: ¿cómo coño sembramos?, ¿cómo coño procesamos la comida?, y es a eso a lo que debemos dedicarnos. Entonces, yo creo que eso es fundamental y es lo que podría salvar al mundo”.

Ahora mismo anda trabajando desde una idea dinámica y viable: el FabLab. Se trata de una especie de “…taller de fabricación digital de uso personal, es decir, un espacio de producción de objetos físicos a escala personal o local, que agrupa máquinas controladas por ordenadores. Su particularidad reside en su tamaño y en su fuerte vinculación con la sociedad más que con la industria”.

Esta definición, que se puede encontrar por las redes, es el punto de partida para Freddy Jiménez, quien está convencido de que inventar cosas, crearlas y hacerlas funcionar, debe necesariamente ser un medio impulsor del desarrollo de un país, razón por la que más se esfuerza por inventar soluciones que estén al servicio de las comunidades y su desarrollo integral, esto en cuanto a su entorno personal, y realizar sus labores como acompañamiento del trabajo de los científicos y tecnólogos de su medio laboral. 

Un ejemplo de lo que puede producirse con este sistema de trabajo creativo se concretó en plena pandemia. Ante la sorpresiva arremetida del Covid-19, el mundo se enfrentó con problemas puntuales como la insuficiencia de equipos que ayudaran con los inconvenientes respiratorios que causó la enfermedad. Estos “respiradores” resultaron ser insuficientes para la gran cantidad de pacientes que vieron disminuidas sus capacidades respiratorias, lo que causó millones de muertos alrededor del planeta. 

Ante esta situación, y con la problemática del bloqueo económico que sufre nuestro país, se puso en marcha un FabLab que reunió a ingenieros electrónicos, mecánicos y metalmecánicos, médicos y otros profesionales con el fin –siempre– de aportar soluciones viables al pueblo. Presentaron entonces dos prototipos de respiradores que lograron armar en tiempo récord y que fueron presentados ante las autoridades y posteriormente expuestos al público en cadena nacional.

Lamentablemente la misma situación económica, la paralización mundial por la pandemia y las muchísimas trabas para la importación de las partes necesarias para masificar estos inventos, sólo quedaron como prototipos que ojalá puedan ser producidos algún día sin pandemias.

De esto se trata: de ofrecer una respuesta multidisciplinaria rápida y efectiva a los problemas de las comunidades, o sea, la inventiva al servicio del pueblo.

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4 comentarios

Edith Pineda 24 marzo 2024 - 22:46

Saludos!
Primero, felicitarlos por esta iniciativa de socializar toda la experiencia y conocimiento de nuestro tecnologos populares.
Adicional a ello, les pido ayuda para comunicarme con el señor Freddy Jiménez.

Respuesta
Victor Anciello Mosquera 21 noviembre 2023 - 20:00

Lo que pudiera compartir, con relación a está entrevista técnica del amigo Freddy, sería que nosotros los ingenieros, de todas las especialidades, estámos llamados y tenemos un gran peso fundamental y primordial, en apuntalar, crear, reforzar, mejorar y desarrollar nuevas y ya existentes de técnicas, tecnologías, conocimientos, equipos, maquinarias, herramientas, piezas, partes, entre otras, que vayan en pro y autonomía tecnológica de nuestro bello país. Somos galantes y ejecutores de una profesión que a través de los estudios, formación, experiencias, experticias, especialidades, destrezas y habilidades, tenemos la responsabilidad y sagrada misión, de apartar todos aquellos intereses personales y egoístas quizás, y ponernos al frente y poner a la disposición de ése avance tecnológico y científico que necesita nuestra nación, y avanzar con la creación de todas aquellas tecnologías, maquinarias, sistemas, aparatos, técnicas, entre otras que vayamos reforzando y ganando autonomía, a través de todas herramientas que poseemos nosotros, los profesionales de la ingeniería y así lleguemos a tener sectores blindados tecnológicamente, cómo lo serían los sectores alimenticios, medicina, farmacéutico, telecomunicaciones, informáticos, robótica en las diferentes áreas, automotriz, energético, hidráulicos, petróleo, minería, climáticos, ambientales, etc….etc., simplemente, somos los profesionales de las diferentes ramas tecnológicas y cómo tal, debemos dar un paso adelante, en lograr una bella y desarrollada tecnológicamente una linda y hermosa VENEZUELA!!

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Flaminio 9 noviembre 2023 - 16:26

buen trabajador y excelente persona

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Orlando Jiménez 3 noviembre 2023 - 01:34

felicitaciones hermano querido. Que continúen tus éxitos y que Dios y la virgen te acompañen y protejan.

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