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Circular: sujeto, verbo y adjetivo de una economía emancipadora

Osly Hernández y su Red Vida Lógika proponen activar el modo venezolano de economía circular. Más allá del reciclaje, desafía al devastador modo y modelo de producción hegemónico

por Teresa Ovalles Márquez
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Teresa Ovalles Márquez

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La economía circular tiene la apariencia de ser una novedosa manera de resistir al modelo económico capitalista, pero no es así. Ancestralmente, los pueblos indígenas la practicaban. El respeto a la naturaleza era un principio sagrado, al punto que los fenómenos naturales y los astros eran considerados deidades. La diosa tierra, la de la luna, de la lluvia, guiaban sus prácticas agrícolas.

El planeta es circular y las redondas formaciones celestes se convirtieron en modelos para las estructuras terrestres. Los chabonos (yanomami) y churuatas (piaroa) con sus konucos, también circulares, constituían una manera de cuidar, proteger y restaurar la tierra que generosamente nos brinda nuestros alimentos.

Y, precisamente, la economía circular está de vuelta para echarle una mano al planeta. Organismos multilaterales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otras instancias, están impulsando la creación de pymes y emprendimientos innovadores que adopten la economía circular. Promoviendo que se parta de lo ya existente y no de elementos vírgenes (minerales) como materia prima para crear lo que estrictamente necesitamos, sin despilfarro, exentos del consumismo, y contribuir así a salvar el planeta. Se trata de crear, reutilizar y reciclar, con rentabilidad, y además con perspectiva de género.

Para la dirigente y activista Osly Hernández –una joven de 41 años, periodista, asesora de proyectos económicos y magíster de la Universidad de Negocios y Economía Internacionales, UIBE, de Pekín, China– esta es una acción sostenible y oportuna frente a las economías lineales, responsables de la precaria salud del planeta. En contraste, la economía circular llama a evaluar cuáles son nuestras necesidades reales y de qué manera vamos a proveerlas.

Osly se dedica a promover, desde la Fundación Red Vida Lógika, en su carácter de presidenta, la implementación de mecanismos de economía circular en Venezuela. Inicialmente, con talleres destinados a sensibilizar acerca de su importancia. Con sus métodos y contenidos se han formado mujeres del Fondo de Reconversión Industrial y Tecnológica de Venezuela (FONDOIN), punto focal de la protección de la capa de ozono de la Organización de Naciones Unidas en nuestro país.

“Red Vida Lógika se creó para promover la economía circular y el uso de las energías renovables con perspectiva de género, materias que tienen que ver con el mundo de la ciencia, la tecnología y la industria”, sintetiza Osly. “Nos propusimos además el reto de orientar e incluir a mujeres en este debate tan masculinizado. Asumimos el tema de género como un asunto transversal e importante dentro de la tarea de promoción. También impartimos contenidos de sensibilización ambiental. Ahí pueden ir mujeres de los consejos comunales, de cualquier sector. Acaba de arrancar la segunda cohorte en talleres de refrigeración. Se registraron, en su mayoría, mujeres del mismo ámbito industrial venezolano de entes adscritos del Ministerio del PP de Industrias y Producción Nacional”.

¿Y por qué el sector refrigeración?

–Trabajamos con el Fondo de Reconversión Industrial y Tecnológico de Venezuela (FONDOIN), que tiene la responsabilidad de que toda la industria asuma las buenas prácticas en refrigeración, porque es el factor más contaminante de la capa de ozono. El protocolo de Montreal, firmado por Venezuela, obliga a los países a que tengan una instancia para cumplir sus objetivos.

Foto cortesía FONDOIN

Comunidades e instituciones en acción

La economía circular pasa por adoptar un estilo de vida que se contrapone al modelo despilfarrador y ostentoso que caracteriza la economía lineal. Adoptar un estilo de vida como el que propone la economía circular debe convertirse en un acto político. En este sentido Osly afirma que “al asumir la economía circular como bandera ya hay una posición de rechazo al modelo de la economía lineal. A nosotros se nos parece al modelo del socialismo como proyecto, y como vimos que la Organización de Naciones Unidas (ONU) tenía este concepto que se acercaba bastante al proyecto de sociedad y de mundo con el que nosotros coincidimos, pues decidimos enarbolar esa bandera”.

¿La opción de una economía circular es factible en un país de renta petrolera?

–No podemos despreciar el valor que tiene la renta petrolera en nuestra economía. Estamos planteando una propuesta de inversión de ese rédito en un factor que nos facilite la diversificación económica y la reducción progresiva del uso del petróleo como bandera internacional. Nosotros no elegimos el papel que nos dieron las grandes corporaciones internacionales. Esa es actualmente nuestra ventaja económica, no la vamos a ignorar. Se trata de llevar este debate dentro de la misma industria petrolera, al sector industrial y a los sectores comunitarios y populares para poder comenzar a optar por nuevas fórmulas económicas que no nos limiten.

¿Cómo ha sido la respuesta de las comunidades?

–Hasta ahorita nosotros nos hemos dedicado al trabajo con las escuelas técnicas industriales. Tuvimos un acercamiento inicial de plantear la propuesta ante el Ministerio del PP de Comunas y Movimientos Sociales y tenemos pendiente ver qué podemos concretar. Pero ahorita el trabajo arrancó con la formación de escuelas técnicas industriales, con jóvenes y adolescentes, personas que forman parte hoy día de las empresas asociadas al Ministerio de Industria y con el grupo de mujeres que formamos en refrigeración.

No se trata de administrarle la basura al sistema. La tarea comienza por cambiar el modelo de producción

¿Cuáles son los proyectos venezolanos que han adoptado la economía circular?

–Hay unas que ya nacieron con el concepto y están produciendo con esos principios, pero son muy pocas. Habría que indagar, hay unos compañeros con un proyecto en Carabobo, que se llama Carabobo Libre, ellos hacen manejo de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAE), y ya tienen una unidad de producción en donde hacen reciclaje. Hay muchas experiencias en materia de reciclaje. Hay otro que está produciendo madera plástica en Táchira, procesan el plástico y lo convierten en un material que sustituye los estantillos de madera, que son todo un problema para los bosques nativos. A esos emprendimientos los estamos invitando a conformar una red (@redvidalogika), porque esas iniciativas no pueden competir de igual a igual en un principio, con el resto de la economía.

¿En qué tipo de emprendimientos se aplicaría la economía circular?

–Es infinito, en bienes y servicios en general. Si nos vamos al ámbito comunitario, no solamente el hecho del reciclaje y el procesamiento o el acopio de desechos, sino también su transformación. Producir abonos orgánicos para las industrias agrícolas aledañas a las zonas urbanas desde lo urbano es posible, como haciendo el acopio del material orgánico de la cocina y generando un centro de transformación que puede ser cualquier apartamento desocupado, cualquier área disponible dentro de cualquier comunidad, en donde se empiece a procesar con humus de lombriz y tierra, material orgánico que produce una comunidad, por ejemplo.

¿Que instancias gubernamentales promueven en Venezuela la economía circular?

–El Ministerio de Agricultura y Tierras ha venido promoviendo algunas líneas de trabajo de la agroecología. No solamente se trata de reciclaje, sino de procesamiento, de transformación.

Osly asoma una afirmación que tiene que ver con el nacimiento de un nuevo consumidor que surgió a partir de la pandemia de Covid 19. Sostiene que esta crisis ocasionada por la enfermedad “vino a colocar una dinámica que se ha vuelto bastante interesante porque problematizó nuestro modo de vida. No sabemos cuánto tiempo realmente vamos a estar sobre este planeta y deberíamos empezar a hacer cosas más valiosas en función de nuestro tiempo”.

“El valor del cuidarnos en lo individual –agrega– implicó que mucha gente empezara a tener actividad física, a cuidar la manera de comer, empezó a asumir un modo de vida más saludable. Y esto se vio reflejado en estadísticas. Ahorita hay una demanda muy alta gente que consume productos libres de parabenos, de plásticos y de tóxicos. La gente anda leyendo un poco más las etiquetas y la composición de los alimentos rechazando aquello que siente que puede afectarle y esto abre una oportunidad muy grande de mercado, porque la gente está empezando a rechazar ese consumo”.

La trampa verde

¿Qué expectativas tienes ante las medidas coercitivas unilaterales contra el país?

–Ese estrangulamiento económico es el que lleva y nos obliga a la creatividad. Y no hay posibilidad de economía circular sin creación, sin disrupción, sin entender que ya las cosas no nos están dadas de manera tan sencilla. Me parece que es el momento propicio, el mejor escenario para las ideas diferentes. Porque cuando empiezan a agotarse los recursos naturales, cuando empieza el modelo internacional a atacar las economías emergentes, es cuando tenemos la obligación, ya no la necesidad, sino la obligación, de tomar decisiones que nos favorezcan.

Estaba leyendo en la página de la Fundación Red Vida Logika que facilitan el diseño de proyectos.

–Sí, el área de diseño de proyectos es ya para quien ya decide irse por la economía circular y precisó una idea de negocio en la que quiere incursionar, es cuando nosotros les brindamos el acompañamiento y la asesoría para que puedan hacerlo en la fase más importante. La recomendación que haría a todo el que quiera incursionar en materia económica es que nos permita darles a conocer un modelo que va a ser mucho más eficiente para los intereses locales. La economía circular no es mágica, lo que hace es plantearte un modelo posible, viable, y además sostenible porque no tiene dependencia, porque todo lo que tú necesitas lo tienes en tu entorno.

A partir del reciclaje de la basura, que tanto producen las ciudades, se puede tomar la iniciativa para solventar las rentas de los condominios, asoma Osly.

Foto cortesía Red Vida Lógika

“La idea es plantearnos un sistema que parta con la potencialidad local. En el 23 de enero hay varios puntos de recolección de desechos plásticos y en Catia también. En la medida que los masifiquemos vamos a hacer las ciudades mucho más eficientes. Estos contenedores de basura aquí están repletos todo el tiempo”.

¿Cuál sería la propuesta de economía circular para un consejo comunal?

–Se puede arrancar desde el hogar. Ahora, obviamente cuando un negocio arranca desde la dimensión del hogar, es más difícil que tenga un buen lucro porque tú necesitas volumen en este momento en el mercado para poder competir por costo, precio. Entonces, por eso hablamos de que habrá cosas que se pueden hacer desde pequeñas unidades, pero si queremos verle mayor renta habrá que extender un poquito el alcance de la visión o solicitar el crédito en el banco para poder tener mejores herramientas de transformación. Va a depender mucho de qué capacidad económica tengas o qué capacidad creativa tengamos para poder arrancar.

Aclara Osly: «la otra trampa en la que no cae la economía circular es en la economía verde y en la economía del reciclaje. Porque no se trata de administrarle la basura al sistema. La tarea comienza por cambiar el modelo de producción. Por eso es que sentimos que se acerca un poco más políticamente a lo que compartimos. Y denunciamos además quiénes son los responsables de los principales desechos del planeta. Porque el 1% de la sociedad es la que contamina, no todo el mundo».

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2 comentarios

luisa ibarra 20 noviembre 2024 - 07:27

inspirador el lema CONUCO MATA BLOQUEO, ojala profundicen mas en este tema.

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Gonzalo Briceño 22 octubre 2024 - 20:09

que interesante entrevista y publicación, inspirador para asomarse a un futuro próximo (10 años)

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